Publicado 01/10/2019 13:23

Asia.- Los movimientos migratorios descienden en el sureste asiático pero se vuelven más arriesgados, según ACNUR

MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los movimientos migratorios en el sureste asiático han descendido notablemente en los 18 meses entre enero de 2018 y junio de 2019, pero los peligros a los que se enfrentan aquellas personas que huyen de la violencia y la persecución han aumentado, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

"Los rohingya siguen siendo el grupo de refugiados más grande de la región", ha informado la portavoz del organismo, Liz Throssell. Durante el período de 18 meses en los que se ha evaluado la situación, 18.000 nuevos refugiados rohingyas llegaron a Bangladesh, la mayoría de ellos a principios de 2018, tras la huída masiva de Birmania en 2017 por la persecución que sufrían.

"Otros 1.597 refugiados y demandantes de asilo han emprendido peligrosas travesías marítimas en el golfo de Bengala", ha advertido Throssell, que ha añadido que al menos 15 de estas personas han muerto o desaparecido en estas circunstancias. "Los datos se basan en la información disponible en varias fuentes (...) pero seguramente son muy conservadores, dado que este tipo de viajes por mar son, por su naturaleza, clandestinos", ha explicado la portavoz.

En años anteriores la mayoría de las muertes se han atribuido a los traficantes, pero desde 2018 "la principal causa de la muerte o desaparición en el mar han sido los naufragios", ha puntualizado la representante de ACNUR, que ha añadido que "la mayoría de estas embarcaciones zarpan sin una tripulación preparada y no están construidas, equipadas ni mantenidas para largas travesías".

En los testimonios que ha recogido ACNUR a lo largo de 2019, los refugiados destacan los abusos físicos que sufren de los traficantes, que tienen el objetivo de "pedir rescates a sus familiares o imponer el orden" para evitar que pidan comida y agua durante el trayecto ilegal, según ACNUR. Las mujeres y niñas, especialmente si viajan solas, están más expuestas a abusos y violaciones de los traficantes.

De los refugiados que dejaron sus países por mar o por tierra hace 20 años, más de la mitad declaraba que el viaje era peligroso pero no ponía en riesgo su vida, pero actualmente "todos los que han huido en los últimos cinco años temieron por su vida y describieron su viaje como peligroso", ha lamentado la portavoz.

Muchos de los refugiados en esta región del mundo han cambiado dos o más veces de país en su búsqueda de un lugar seguro. Los motivos para que los refugiados decidan trasladarse a un segundo país de acogida son principalmente la "incapacidad para cumplir con sus necesidades básicas, miedo a la deportación, tensión con la comunidad de acogida o falta de oportunidades para la educación, según Throssell.

"ACNUR insta a todos los países de la región y de otras zonas a que amplíen las oportunidades para alcanzar soluciones a través de caminos legales y seguros", ha anunciado la portavoz, añadiendo que la cooperación de los países "puede ayudar a reducir la probabilidad de que los refugiados busquen vías desesperadas y peligrosas o se vean forzados a acudir a redes criminales para buscar protección o reunirse con sus familias".

"Es clave que los estados de la región apoyen los esfuerzos para garantizar una respuesta coordinada y predecible para los rescates en el mar y los desembarcos, en línea con lo acordado en la Declaración de Bali de 2016", ha recalcado la representante de ACNUR.