Actualizado 10/06/2009 19:06

Un atentado deja 33 muertos en un mercado de Irak

Por Muhanad Mohammed

BAGDAD (Reuters/EP) - Un coche bomba explotó el miércoles en un concurrido mercado en el sur de Irak, dejando al menos 33 muertos y provocando furiosas protestas de residentes por el fracaso de autoridades en protegerlos, dijeron funcionarios y testigos.

La policía selló Al Bathaa, una población chiíta situada a 30 kilómetros al oeste de Nassariya donde se han registrado pocos episodios de violencia, mientras responsables hospitalarios hicieron un llamado a las ciudades vecinas para colaborar y atender a los heridos.

El coronel Aziz al Atabi, director de medios de la décima división del ejército iraquí, dijo que 33 personas habían fallecido y 70 resultado heridas. El gobernador de Nassariya culpó a Al Qaeda por el ataque.

Las fotografías colgadas en internet por periodistas locales mostraban los restos de un coche donde estaba la bomba, restos humanos calcinados y sangre entre las verduras tiradas por la calle.

El profesor de secundaria Hussein Salim dijo que se suponía que el mercado era vigilado por la policía. Dijo que se a apresuró en acudir al lugar y ayudó a recolectar partes de cuerpos, algunas de las cuales volaron hacia los techos de hogares cercanos.

"¿Cómo pudo el automóvil entrar al mercado? Estaba repleto de gente (...) La policía descuidó su trabajo", sostuvo. "Vi a cinco niños y seis mujeres entre los muertos", añadió.

Salim dijo que furiosos vecinos protestaron cuando el jefe de la policía del área y Talib al-Hassan, el gobernador de Nassariya, llegaron al lugar, provocando que los guardaespaldas del gobernador abrieran fuego.

Al-Hassan dijo a Reuters que sólo habían disparado al aire.

"Como la explosión fue grande, algunas personas se reunieron en el lugar para ver o buscar a sus seres queridos. Las fuerzas de seguridad dispararon al aire para dispersarlos y salvar sus vidas", señaló.

"Acusamos a Al Qaeda. El área es abierta y hay muchos caminos que conducen a ella. Tenemos pocas pistas sobre los acusados. Las fuerzas de seguridad están trabajando para obtener información precisa", afirmó.

Al-Hassan entregó una cifra de víctimas inferior con 19 muertos y 65 heridos, y dijo que había reemplazado al jefe de la policía de Al-Bathaa.

La violencia entre grupos enfrentados dentro del islamismo y la insurgencia desatada tras la invasión liderada por Estados Unidos en el 2003 ha caído abruptamente en todo Irak tras su máximo en el 2006/07, y el sur -predominantemente chiíta- ha resultado ser una de las zonas más tranquilas.

Pero los grupos insurgentes - entre ellos los sunitas de Al Qaeda, quienes ven a los chiítas como herejes- continúan realizando devastadores ataques suicidas con bombas o con automóviles cargados de explosivos.

Los analistas dicen que la violencia posiblemente se incremente a medida que se acerquen las elecciones parlamentarias de enero, en las que no sólo se enfrentarán los partidos chiítas contra los una vez dominantes sunitas y una minoría kurda, sino contra otros rivales chiítas.

La retirada de las tropas de Estados Unidos de los centros de las ciudades iraquíes a finales de mes es otro momento que potencialmente podría provocar un incremento en los ataques, según las autoridades.