Actualizado 06/06/2009 18:25

ATLETISMO-Zersenay es el David Beckham de Eritrea

Por Andrew Cawthorne

ASMARA, ERITREA (Reuters/EP) - Zersenay Tadesse, atleta de Eritrea especialista en pruebas de larga distancia, era un hombre inocente que en su primera prueba internacional se perdió el pistoletazo de salida.

"Pensé que sería como en casa, cuando la bandera bajaba. Yo no sabía que tenía que salir cuando disparaban un arma", dijo riéndose Tadesse, el atleta más conocido de su país al recordar lo sucedido en el 2002 en el campeonato mundial de cross country en Dublín.

Zersenay también tuvo problemas por el tamaño excesivo de sus zapatillas en esa primera gran carrera. Sin embargo, logró un respetable lugar número 30.

El deportista pasó a obtener en Kenia el oro en la misma competencia cinco años más tarde, en una carrera con la que se ganó el amor de su nación y con la que Eritrea se mantuvo en lo más alto, junto a los más ilustres países del Africa del Este en las pruebas de fondo, como Kenia y Etiopía.

Pero para este deportista su mejor momento fue cuando regresó a Eritrea con la primera medalla olímpica para su país, tras conseguir el bronce en los 10.000 metros en Atenas 2004.

"Para mí, ver la bandera de mi país fue increíble. Sí, he recorrido un largo camino", dijo Zersenay, quien también ha obtenido el campeonato del mundo de media maratón de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) en tres ocasiones.

No es de extrañar que siempre que vuelve a Eritrea, la nación más joven de Africa y una de las más pequeñas con sólo 4 millones de habitantes, los niños griten, aplaudan y saluden a Zersenay desde las colinas de Asmara, la capital del país.

"Se cree que su popularidad en Eritrea es mayor que la de David Beckham en Gran Bretaña", escribió con idolatría una revista local.

Al igual que muchos de los grandes corredores de Africa, las raíces de Zersenay son rurales y humildes.

Cuando era un niño que no tenía calzado, Zersenay trabajó cuidando ganado en el pueblo de Adi Bana, al sur de Eritrea, y sentó las bases de su actual actividad deportiva, al recorrer 14 kilómetros para llegar a su escuela.

"Muchos de nosotros, los corredores, provenimos de los bajos fondos. Es básicamente el estilo de vida. Si a uno le dicen que puede hacer algo, uno tiene la fuerza y la voluntad de hacerlo", dijo a Reuters el deportista en su casa en Asmara.

INICIOS COMO CICLISTA

A pesar de educarse en un centro formación para atletas, la vida deportiva de Zersenay comenzó como un prometedor ciclista, otro deporte muy popular en Eritrea.

Hasta que fue descubierto por un profesor y comenzó a correr.

En este momento, Zersenay se entrena en Eritrea para correr los 10.000 metros en el campeonato del mundo de Berlín en agosto y una prueba de medio maratón en Gran Bretaña a finales de año.

"Mi objetivo en el futuro es romper el récord mundial de medio maratón", dijo.

"Se necesita suerte", agregó.

Además, planea llegar de la mejor forma al maratón de los Juegos Olímpicos de Londres del 2012, tras ser quinto en los 10.000 metros de Pekín el año pasado.

Pese a que no sabe si seguirá retornando a Eritrea con más triunfos, Zersenay se complace en haber puesto a su país en el mapa, además de ayudar a estimular el incipiente movimiento de atletismo.

"Kenia y Etiopía han sido líderes en las carreras de larga distancia desde hace muchas décadas, pero nosotros sólo desde el 2004", dijo.

"En aquel entonces, éramos cuatro o cinco. Ahora hay de 300 a 500 personas a quienes ves cada mañana corriendo y entrenando. Eso es un enorme progreso", añadió.

Las instalaciones deportivas se están desarrollando poco a poco en una de las economías más pequeñas de Africa. Zersenay aún entrena en una pista de tierra, o en el campo, pero Asmara pronto inaugurará su primera pista de asfalto.

Casado desde finales del año pasado con una joven que conoció en la escuela, Zersenay ha comprado una casa en la capital y conduce una elegante 4x4 de color negro que pasa rápidamente por el lado de los humildes vehículos que suelen recorrer las calles de Asmara.

Su casa está llena de trofeos y de fotos donde aparece con las más diversas personalidades, que van desde el presidente eritreo, Isaias Afwerki, al futbolista brasileño Ronaldinho, con quien se encontró en los Juegos de Pekín.

Pero Zersenay no tiene grandes pretensiones.

Amablemente ofrece un guiso de Eritrea con pan a sus visitantes.

"Es un gran hombre. El ha hecho grandes cosas por esta nación", dijo Efraim Ogbegbral, su amigo y también atleta.

"Después de Atenas 2004, comenzaron a haber mucho más atletas, entre los que me incluyo. El me enseñó todo. Es mi amigo y entrenador", sostuvo.

(Por Andrew Cawthorne. Editado en español por Javier Leira)