CANBERRA, 9 Oct. (DPA/EP) -
Varios incendios forestales fuera de control en el este de Australia han destruido decenas de edificios y viviendas, obligando a los residentes a pasar la noche en centros de evacuación, según han informado las autoridades.
Los bomberos estatales han asegurado que se han registrado más de 65 incendios en el norte de Nueva Gales del Sur y el sur de Queensland, provocados por las altas temperaturas, la baja humedad y los fuertes vientos.
"Afortunadamente no se han perdido vidas, lo cual es algo por lo que siempre debemos estar agradecidos, pero aún quedan amenazas muy serias", ha afirmado este miércoles el primer ministro australiano, Scott Morrison, en un comunicado.
Los bomberos han podido controlar un incendio "muy peligroso" en Rappville, que se encuentra en el norte de Nueva Gales del Sur y tiene una población de 250 personas, pero se ha advertido a los residentes que se mantengan alertas.
Los residentes se han visto obligados a huir de sus viviendas y hasta el momento 30 viviendas han sido destruidas en la zona, según el Servicio de Bomberos Rurales (RFS) de Nueva Gales del Sur.
Un incendio forestal cercano en Drake, que lleva semanas ardiendo, ahora se ha unido a otro en Busbys Flat, formando un gran incendio que se encuentra fuera de control y en nivel de alerta, según ha advertido el comisionado adjunto de RFS, Rob Rogers. El fuego ya ha quemado más de 90.000 hectáreas.
En Queensland, más de 100 personas se han visto obligadas a pasar la noche en un centro de evacuación en Lockyer Valley en el sureste del estado, ya que un incendio ahora extinguido destruyó al menos una vivienda.