Publicado 11/02/2021 13:16

Bielorrusia.- Lukashenko carga contra el enemigo externo en el arranque de un congreso clave para Bielorrusia

Alexander Lukashenko inaugura la Asamblea del Pueblo
Alexander Lukashenko inaugura la Asamblea del Pueblo - PRESIDENCIA DE BIELORRUSIA

El presidente plantea reforzar la capacidad militar ante los delegados de la Asamblea del Pueblo

MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha dado inicio este jueves a la Asamblea del Pueblo, el órgano que esta llamado a fijar la 'hoja de ruta' para los próximos años, con un discurso en el que ha acusado a gobiernos extranjeros de interferir en la política interna para facilitar lo que él considera como un intento de "golpe", en alusión a las protestas de 2020.

Las movilizaciones se iniciaron tras las controvertidas elecciones de agosto, en las que Lukashenko obtuvo un sexto mandato que, a ojos de la oposición, deriva de un fraude. Estallaron entonces las protestas más masivas de la historia reciente de Bielorrusia, que según el mandatario ocultaron una especie de "golpe relámpago" que nada tenía que ver con las "revoluciones de color" de otros países.

Sin embargo, ese golpe "fracasó", al menos "por ahora", según Lukashenko. "Fueron fuerzas muy poderosas y no quieren perder esta guerra", ha añadido el mandatario, advirtiendo a continuación de que 2021 "será un año decisivo" para la antigua república soviética, según la agencia oficial BelTA.

"Plantearon una estrategia muy inteligente. Para ellos era importante probar sus métodos y técnicas no en un país que fuese un completo desastre y donde la gente estuviese desorientada, sino en un Estado monolítico y aparentemente normal", ha dicho.

Así, Lukashenko ha vinculado a los organizadores de las protestas con las "fuerzas externas", que sitúa en Occidente. El mandatario ha cargado en estos últimos meses contra la Unión Europea y, de forma particular, contra los países del Este fronterizos por Bielorrusia.

"No es fortuito que Bielorrusia se haya convertido en el foco de atención de grandes actores internacionales. De hecho, nuestro país es hoy en día el último Estado soberano de Europa. Quizás es la razón por la que sufrimos", ha especulado Lukashenko.

TENSIONES GENERALIZADAS

El mandatario bielorruso no ha desaprovechado la oportunidad para hacer balance de un mundo que "está en llamas", aludiendo a las manifestaciones que se estarían produciendo en "las denominadas democracias avanzadas", entre las cuales ha citado a Estados Unidos y a países europeos como Alemania, Francia y Polonia.

En este sentido, cree que los países occidentales "no tienen derecho ni político ni moral" a imponer sus ideas sobre Bielorrusia, a "decir cómo tiene que vivir o gobernarse". "Deberían primero resolver las cosas en sus propios países", ha sentenciado, crítico con las sanciones recibidas en los últimos meses a raíz de las protestas.

Entre las respuestas que plantea Lukashenko está el refuerzo militar, como ya dejó en evidencia con la movilización de tropas en la frontera. El presidente ha recalcado este miércoles que "Bielorrusia nunca ha relajado su músculo militar" y ha abogado por seguir reforzando las instituciones de seguridad y de Defensa para hacer frente a las nuevas amenazas.

Lo hará, ha matizado, siendo consciente de que Bielorrusia no puede alcanzar los niveles de inversión de sus teóricos enemigos. No obstante, ha dejado claro que Minsk sigue teniendo a Moscú como principal valedor: "Perder Bielorrusia sería mortal para Rusia".

CONGRESO DE PROPUESTAS

La Asamblea del Pueblo reúne durante dos días a funcionarios, líderes industriales y representantes de la sociedad civil, que evalúan la situación del país y fijan la 'hoja de ruta' para los próximos cinco años (2021-2025). Unas 2.700 personas asisten a este evento, entre ellas 2.400 delegados que deben plantear el futuro de una Bielorrusia que tiene el desarrollo económico y social como principales objetivos.

"Sois los representantes legales del pueblo de Bielorrusia", ha declarado Lukashenko, que se ha referido como "maestros" a los delegados que deben ahora plantear propuestas. El presidente, sin embargo, ya ha anticipado que no habrá sorpresas: "Las decisiones no serán espontáneas ni inesperadas para nosotros y para la sociedad".