MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, se ha reunido este miércoles con la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), responsable de supervisar unas elecciones que la mandataria confía en que sean "limpias", en aparente contraste con las de octubre de 2019.
La misión de la OEA, compuesta por 40 expertos y observadores de 12 nacionalidades, pidió el martes "lealtad democrática" a los resultados de los comicios que tendrán lugar este domingo, en los que se elegirá, entre otros cargos, al sustituto de Áñez.
La presidenta, que asumió el mando tras la dimisión de Evo Morales después de las fallidas elecciones de 2019, ha recibido este miércoles al equipo de la OEA. "Con ellos y con todos los observadores electorales, la meta es impulsar una elección limpia y transparente. Trabajamos por la democracia", ha defendido en su cuenta de Twitter.
Precisamente fueron unos informes preliminares de la OEA, que hablaban de posibles "irregularidades", los que desencadenaron la dimisión de Morales, que vive actualmente en Argentina. El expresidente no se presenta en estas elecciones --intentó en vano aspirar al Senado-- y el Movimiento al Socialismo (MAS) aspira a volver a la Presidencia de la mano del exministro Luis Arce.
El ministro de Defensa, Fernando López, y el viceministro del Interior, Javier Issa, han informado de que unos 32.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Policía se desplegarán el domingo para intentar garantizar el normal desarrollo de la jornada. "Esperamos que las elecciones se realicen en un clima de paz y tranquilidad", ha dicho Issa, según la agencia ABI.