Publicado 05/08/2020 03:35

Bolivia.- Bolivia demandará a dos dirigentes sociales por los bloqueos en las protestas de los sectores afines al MAS

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez - GETTY IMAGES / GETTY IMAGES - Archivo

MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Bolivia ha anunciado que interpondrá una denuncia contra el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, y el líder cocalero de Cochabamba, Leonardo Loza, por los bloqueos puestos en marcha en el marco de las protestas por el aplazamiento de las elecciones generales que se registran en el país desde este lunes.

Así lo ha trasladado el director de Coordinación con Movimientos Sociales, Rafael Quispe, que ha precisado la denuncia se presentará este miércoles en las fiscalías de Oruro y Cochabamba por los delitos de "instigación pública a delinquir, apología pública del delito, asociación delictiva y delitos contra la salud pública".

En este sentido, Quispe ha denunciado que los bloqueos instalados en el marco de las protestas, más de 30 en todo el país, "no han dejado pasar ambulancias, han destrozado vehículos, no dejan pasar oxígeno ni alimentación", según ha informado el diario 'El Deber'.

Esta denuncia no es nueva, ya que el viceministro de Régimen Interior y Policía, Javier Issa, ya denunció el lunes que esta maniobra perjudicaba la llegada de oxígeno necesario para tratar a los pacientes con coronavirus.

Quispe ha apoyado sus palabras mostrando vídeos y declaraciones de ambos dirigentes donde apoyan públicamente al partido del expresidente Evo Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), llaman a una huelga indefinida e identifican los puntos de bloqueo. "Esperamos que el Ministerio Público esta vez actúe con celeridad y transparencia", ha señalado.

Por su parte, la COB, que lidera a los sectores sociales que se han movilizado, ha dado marcha atrás y permite el paso de ambulancias y vehículos que transporten insumos de salud, como medicamentos y oxígeno. No obstante, ha ratificado que continuará con las medidas de presión hasta que se restablezca el 6 de septiembre como la fecha de las elecciones generales, en sustitución del 18 de octubre.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia aplazó las elecciones por la situación derivada de la pandemia de coronavirus. A pesar de que la COB y el TSE se reunieron para que las organizaciones sociales conocieran las bases que justifican el aplazamiento de los comicios, los sectores sociales, que también acusan al Gobierno interino de intentar perpetuarse en el poder, mantuvieron la convocatoria.

En este sentido, y debido a las cifras de COVID-19 que las autoridades sanitarias reportan a diario en Bolivia, el Gobierno ha reiterado en varias ocasiones su petición a que no se lleve a cabo movilización alguna para evitar eventuales contagios. La propia presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, pidió el domingo "reflexión" ante el riesgo de contraer la COVID-19 en estas concentraciones.

Los sectores afines al MAS ya celebraron una marcha, que el Ejecutivo boliviano tildó de "atentado contra la salud pública" por llevarse a cabo en plena pandemia.

CRISIS POLÍTICA

La actual crisis política en Bolivia estalló con las pasadas elecciones del 20 de octubre. La oposición denunció un fraude electoral por parte de Morales que vino a ser confirmado por la Organización de Estados Americanos (OEA) al detectar "irregularidades".

Morales dimitió y se exilió --primero a México y luego a Argentina--, dando lugar a una ola de disturbios que se saldó con más de 30 muertos en enfrentamientos entre partidarios y detractores suyos y con las fuerzas de seguridad.

Los partidos acordaron repetir las elecciones el 3 de mayo pero tuvieron que ser aplazadas por el coronavirus. Ante la imposibilidad de fijar una nueva fecha, el Congreso --controlado por el MAS-- señaló el 6 de septiembre, algo aceptado por el TSE, aunque no tanto por el Gobierno interino de Jeanine Áñez, que insistía en aplazar aún más los comicios.

Tanto el TSE como el Gobierno de Áñez temen que la votación coincida con el "pico" de la pandemia en Bolivia, que se espera en los próximos meses, si bien el MAS denuncia una táctica del nuevo oficialismo para impedir que Arce, favorito en las encuestas antes de la crisis sanitaria, gane las elecciones presidenciales.