Actualizado 15/09/2008 05:01

Bolivia.- Las condiciones impuestas por Gobierno y Conalde provocan la suspensión del diálogo para la paz

SANTA CRUZ, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El diálogo entre el Gobierno boliviano y los representantes del Consejo Nacional Democrático (Conalde) quedó suspendido debido a las duras condiciones que ambas partes interponen para la realización del encuentro, considerado como una última oportunidad para viabilizar la pacificación del país principalmente después de los intensos enfrentamientos que causaron la muerte a decenas de personas en Pando, según informó 'ABI'.

La incursión militar encabezada por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y la presencia de civiles armados que apoyan al prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, posponen la aceptación del diálogo por parte de las autoridades de Santa Cruz, Beni y Tarija, imposibilitando así el fin al ambiente de tensión que se vive en el país.

Los prefectos del Conalde Rubén Costas, Ernesto Suárez y Mario Cossío, emitieron una resolución preliminar en la que demandaron tres cuestiones básicas: primero, "el inicio de una investigación seria que establezca las responsabilidades del genocidio contra el pueblo pandino y que cuente con la participación de los poderes públicos competentes del Estado, además de organismos internacionales que garanticen la imparcialidad de esta investigación".

Segundo, advierten de que "si hay un solo muerto o un herido, significará el fin de toda posibilidad de diálogo; y tercero, los gobernadores y prefectos decidieron trasladarse a la ciudad de Cobija para expresar la solidaridad y apoyo al pueblo de Pando".

Por su parte, el Gobierno, a través del ministro Alfredo Rada, pidió la devolución de todas las instituciones públicas al control del Estado y exigió una gran investigación para esclarecer la "masacre" de al menos 30 campesinos muertos en la localidad de Porvenir, Pando.

Así, por parte del Conalde, el diálogo quedó condicionado a la evolución de la situación en Pando, que se encuentra en Estado de sitio tras la violencia de los últimos días, mientras que el Gobierno se centra en que el éxito del diálogo partirá por la devolución de los bienes del Estado.

Por su parte, Leopoldo Fernández permanece en Cobija fustigando duramente al Gobierno, afirmando que perdió la confianza en el presidente Evo Morales.

Además, el prefecto envió una carta a los representantes en Bolivia de Naciones Unidas y la Unión Europea para que envíen observadores a Pando y criticó el Estado de sitio dictado por el Gobierno al considerarlo un pretexto para justificar la violencia que ejerce en esta región del país.