WASHINGTON, 2 May. (EUROPA PRESS) -
la Casa Blanca ha lamentado "profundamente" la decisión de Bolivia de expulsar a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y ha considerado "infundada" la acusación de que conspira para derrocar al Gobierno de Evo Morales.
"El Gobierno estadounidense lamenta profundamente la decisión del Gobierno boliviano de expulsar a la USAID y niega sus infundadas acusaciones", ha dicho el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, en la rueda de prensa diaria.
Aunque ha subrayado que "se trata de una decisión soberana", ha considerado que "lo más lamentable es que los más perjudicados por ella serán los ciudadanos bolivianos que se benefician de nuestros programas de educación, sanidad y medio ambiente".
Ventrell ha rechazado las acusaciones de injerencia política, explicando que "todos los programas de la USAID han contado con el apoyo del Gobierno boliviano y han estado plenamente coordinados con los programas nacionales".
Además, el portavoz gubernamental ha negado que, tal y como argumenta Morales, el secretario de Estado, John Kerry, se haya referido al hemisferio sur como "el patio trasero de Estados Unidos". "Nosotros somos vecinos geográficos y amigos", ha sostenido.
A este respecto, ha recordado que Kerry está planeando viajar "pronto" a América Latina "porque valora nuestras relaciones" y que el presidente estadounidense, Barack Obama, se encuentra de gira por México y Costa Rica.
Ventrell ha indicado que, "a pesar de que Estados Unidos ha trabajado muy duro los últimos cinco años para construir una relación bilateral basada en el mutuo respeto, el diálogo y la cooperación, está claro que el Gobierno boliviano no está interesado".
"Las acusaciones infundadas que hemos visto, tanto de Bolivia como de otros países, (contra la USAID) son desafortunadas porque olvidan que nuestra ayuda es imparcial y apolítica, que solamente busca el bienestar de la gente", ha defendido.
Interrogado sobre si el Gobierno estadounidense va a adoptar alguna contramedida, Ventrell se ha limitado a contestar que "eso es todavía algo por determinar".