LA PAZ, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
El máximo jefe militar boliviano denunció este miércoles el robo de diez fusiles y una pistola de una base militar en el norte de Bolivia y alertó que las armas podrían ser utilizadas en manifestaciones.
El general Wilfredo Vargas indicó que las armas fueron robadas hace seis días de la base naval de la ciudad de Cobija en la frontera con Brasil, según la la Agencia Boliviana de Información, que apunta que el comandante de esa unidad fue relevado del cargo.
Según Vargas, los servicios de inteligencia alertaron que el armamento de guerra podría ser usado por grupos radicales de cuatro regiones de Bolivia. Dichos grupos convocaron para mañana, viernes, a cabildos deliberativos en los que podrían optar por gobiernos autonómicos de facto, exigiendo que el presidente Evo Morales reconozca un referéndum de julio, cuando esas regiones optaron por la autonomía.
Sin embargo, el ministro de Defensa Walker San Miguel aseguró en rueda de prensa que "no hay riesgo de confrontación", a pesar del clima de protestas sociales que viven varias ciudades.
Morales dijo que no ordenará la militarización ni el estado de sitio en cuatro de las regiones que convocaron a los cabildos, en medio de un clima de creciente tensión en Bolivia.
Su portavoz Alex Contreras aseguró este miércoles que "se respetarán las protestas siempre que estén enmarcadas en la constitución", se evite la violencia y los llamados a secesión.
Las protestas comenzaron el 15 de noviembre, en rechazo a una decisión del oficialismo de aprobar las futuras reformas constitucionales con la mayoría absoluta de la Asamblea Constituyente, y no por dos tercios de voto de los asambleístas como reclaman la oposición política, grupos independientes y organizaciones cívicas regionales.
La demanda de los dos tercios activó las reivindicaciones autonomistas de Santa Cruz, Beni, Pando en el oriente y de Tarija en el sur.