Actualizado 30/11/2018 18:06

¿Por qué la Bolivia de Evo Morales sigue creciendo en mitad de la crisis que sufre Iberoamérica?

Evo Morales
REUTERS / HANDOUT . - Archivo

   LA PAZ, 29 Nov. (Notimérica) -

   Hace 12 años, por primera vez en la historia de Bolivia, asumía el Gobierno un presidente indígena. Evo Morales Ayma, dirigente sindical cocalero, había triunfado meses antes con más del 50% de los votos en una elección sin precedentes.

   Con la victoria de Morales, se produjo una oleada progresista y de izquierda que se extendió a varios Gobiernos de América Latina durante los primeros años del siglo XXI. Por aquel entonces ya estaban en la Presidencia Hugo Chávez en Venezuela, Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina y Tabaré Vázquez en Uruguay. Unos meses después se sumaría Daniel Ortega en Nicaragua y en 2007 Rafael Correa en Ecuador.

   Sin embargo, en comparación con sus pares, el Gobierno boliviano consiguió consolidar en el país un modelo social, político y económico estable que no llegó a sufrir las crisis económicas y políticas de Venezuela o Nicaragua, ni perdió el Gobierno mediante golpes de Estado e 'impeachments' --como en Brasil, Honduras y Paraguay-- o elecciones --como en Argentina--.

DATOS CONTUNDENTES

   Según datos del Banco Mundial, en 2006 el Producto Interior Bruto (PIB) boliviano era de 11.452 millones de dólares. Para 2017 ese número había aumentado más de tres veces llegando a 37.509 millones. En ese mismo período de tiempo, el ingreso anual per cápita pasó de 1.120 dólares a 3.130 y la esperanza de vida subió de 64 a 71 años.

   A su vez, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del país, sostiene que la pobreza se redujo del 59,9%, cuando Morales asumió la Presidencia, al 36,4% el año pasado.

   El investigador y máster en Desarrollo Económico y Sostenibilidad Sergio Martín-Carrillo, señaló para 'Actualidad RT', que Bolivia "ha sido el país suramericano que mayor crecimiento económico ha experimentado, incluso manteniendo un ritmo por encima del 4% a pesar del contexto de debilidad que vive la región desde el año 2015". Esto fue acompañado de un descenso constante de la inflación, que pasó de un 12% en 2007 a menos de un 2% en lo que va de 2018.

   Estos logros tiene como base una política que es contraria a los postulados neoliberales que impulsan hoy Gobiernos de países vecinos como Argentina, Chile, Paraguay o el electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

EJES DE CRECIMIENTO

   Según el sociólogo y escritor boliviano Antonio Abal, los ejes de crecimiento de Bolivia se debe a una política basada en "nacionalizaciones de sectores estratégicos, como las comunicaciones, los hidrocarburos y la minería; la redistribución de los ingresos estatales, sobre todo en infraestructura productiva; el fortalecimiento del mercado interno; una política monetaria de apreciación de la moneda nacional, es decir, una desdolarización de la economía; y finalmente una fuerte inversión en procesos industriales como el litio, lácteos, textiles, etc... y fomento de las pequeñas y medianas empresas, con facilidades en los soportes crediticios".

   En el mismo sentido se expresó el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, en una entrevista con 'Página/12', donde explicó lo que para él son los cuatro factores principales de este éxito económico.

   En primer lugar, que el Estado controle como propietario los principales sectores generadores de excedente económico como hidrocarburos, electricidad y telecomunicaciones.

   El segundo factor, llevar a cabo una redistribución de la riqueza, "pero de una manera sostenible", de forma que "los procesos de reconocimiento y ascenso social de los sectores subalternos populares e indígenas tenga una sostenibilidad en el tiempo".

   En tercer lugar, al igual que como sostiene Abal, "apuntalar el mercado interno" y, por último, la "articulación entre el capital bancario y el productivo, lo que implica que el 60% de los ahorros de los bancos se dirige al sector productivo, generando mano de obra".