Actualizado 20/08/2007 21:20

Bolivia.- El ex presidente de Bolivia teme que los "petronacionalismos" deriven en "petrotiranías"

Un representante de la comisión Económica para América Latina y el Caribe considera esta zona como "la mayor reserva energética del mundo"


SANTANDER, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de Bolivia Jorge Quiroga mostró hoy su temor a que la "corriente populista" en América Latina evolucione desde lo que denominó "petronacionalismo" actual (en relación a la propiedad por parte del Estado de los medios de producción) a un "petrocaudillismo", y de ahí a una "petrotiranía".

"En mi zona del mundo hay algunos países que están más cerca de lo último que de lo primero", lamentó sin citar el nombre del país al que se refería.

El miembro del Club de Madrid hizo este aviso en el curso de la mesa redonda 'Minimizando el impacto del sector empresarial', incluida en el encuentro 'Energía y liderazgo: promoviendo el acceso a la energía para la reducción de la pobreza', que se desarrolla en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

El ex dirigente de Bolivia indicó que las reformas económicas de los años 90 "no fueron bien" y ahora se ha pasado de una época en la que se apuesta por la liberalización del mercado energético a otra en la que se opta por nacionalizar los medios de producción.

Quiroga alegó que los análisis que no tengan en cuenta los efectos de los regímenes populistas sobre la economía y la democracia se quedarán "cojos", y calificó de "tremendamente preocupante" la concentración de recursos naturales en manos de personas que no comparten los valores democráticos. Entre estos líderes políticos citó a Chávez en Venezuela, los países de Oriente Medio o, en Europa, a Putin.

En ese sentido, el ex presidente boliviano defendió la necesidad de la transparencia en la gestión de los recursos extractivos, para conocer la cantidad exacta de dinero que se dedica en estos asuntos. "Tenemos que ser mucho más agresivos" en esta reclamación, aseveró.

ENERGÍAS RENOVABLES.

Quiroga resaltó la importancia del momento actual por la posibilidad que se abre de un "potencial enorme" de empleo y producción en los países tropicales "más pobres" con la generalización de los biocombustibles.

En la mesa redonda también participó Fernando Sánchez-Albavera, director de la División de Recursos Naturales e Infraestructura de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Sánchez-Albavera se refirió a la "necesidad" en América Latina de "más energía para crecer", y detalló que en la región se consume cinco veces menos energía per cápita que en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa (OCDE). "Necesitamos consumir más, pero de forma eficiente", matizó.

El responsable del CEPAL abogó por una mayor "renovabilidad" en el uso de las energías, lo que a su juicio tendría efectos sobre la "equidad social" en los países más pobres. Así, apuntó que en América Latina un 30 por ciento de la oferta de energía primaria es renovable, centrada principalmente en la hidroenergía. Por eso, se preguntó qué pasaría si se intentara incorporar otra energía renovable que no fuera esta.

En el continente americano, explicó, se invirtieron el año pasado mil millones de euros en este tipo de energías, aunque el país que más importancia las dio fue Brasil, donde se alcanza el 40 por ciento de oferta primaria de energía renovable. Sánchez-Albavera confió en el potencial de la biomasa como fuente energética, que calculó que equivaldría a 130.000 millones de barriles de petróleo, lo que la convierte en la "mayor reserva energética del mundo".

Contrapuso este modelo al 'american way of life', del que dijo que no se puede repetir en todo el mundo, y abogó por un encontrar "un lugar para conversar sobre la transición a una nueva civilización energética". En ese sentido, señaló que el 14 por ciento la población de los países desarrollados consumirá en 2025 el 43 por ciento de energía mundial, hecho que calificó de "irracional" y "no sostenible".

ESTADO Y MERCADO.

El economista senior de Shell Internacional Mattia Romani aportó la visión del sector privado, y se preguntó si podrán satisfacerse las necesidades energéticas de los nuevos consumidores, entre los que incluyó a países como China e India que, apuntó, se encuentran aún en la parte más baja de la pirámide del consumo energético.

También criticó que se hablara de forma "confusa" de la relación entre pobreza, energía y cambio climático durante el encuentro del Club de Madrid y que, por el contrario, no se analizara si las políticas adoptadas hasta la fecha son las "óptimas" para estos retos.

Finalmente, el economista jefe del Departamento de Petróleo, Gas, Minería y Químicos del Banco Mundial (BM) Clive Armstrong destacó la "chocante" presencia estatal en la propiedad de los recursos energéticos en todo el mundo, que llegó a cifrar en un 90 por ciento. En ese sentido, prefirió un modelo en el que se involucre al sector privado en "algún tipo de asociación" que emprenda medidas "más realistas".

Además, pidió a los gobiernos un "ojo escéptico" sobre las tecnologías que aparecen de forma que se analicen y se juzgue su idoneidad antes de aplicarlas. Los incentivos financieros y la importancia de la distribución fueron más elementos que detalló para constatar la importancia de las políticas relacionadas con las energías renovables.

En la mesa, moderada por la secretaría del encuentro 'Energía y liderazgo', la responsable de Relaciones Institucionales y Proyectos Especiales del Club de Madrid María Elena Agüero, los participantes pusieron de manifiesto la necesidad de un adecuado marco regulatorio en el que se prime la dotación de infraestructuras energéticas.