MÉXICO D.F, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
Bolivia felicitó este miércoles al Gobierno mexicano por el operativo desplegado en el secuestro de un avión de Aeroméxico que se vio obligado a aterrizar en México Distrito Federal después de que el boliviano José Mar Flores Pereyra amenazase con hacer estallar una bomba en pleno vuelo.
El embajador de Bolivia en México, Jorge Mansilla Torres, informó de que el Ministerio de Exteriores de La Paz calificó de "satisfactorio" el informe del secretario de Seguridad Pública sobre el secuestro de la aeronave.
El Gobierno boliviano, una vez enterado sobre el tema, condenó ese hecho y expresó su solidaridad con las autoridades mexicanas. "Hemos hechos la consulta a Bolivia y su postura es la de condenar este tipo de actuaciones", sostuvo el diplomático, según informa la Agencia Boliviana de Información en su edición digital.
El secuestrador del vuelo 576, que partió de Cancún, es un pastor que ha reconocido ser drogadicto y alcohólico, y ejerce también como cantante de música evangélica. Al intentar tomar el control del mando amenazó con hacer estallar una bomba si no hablaba con el presidente mexicano, Felipe Calderón, ya que quería alertarle de un seísmo inminente que destruiría el país entero. El detenido confesó a los policías durante el interrogatorio posterior que había tenido una revelación del Espíritu Santo y tenía que comunicárselo al presidente.
Ante las amenazas, y tras una hora y veinte minutos de vuelo, el avión que partía de Cancún aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México a las 13:40 (hora local). Una vez en tierra, la Policía rescató a las 104 personas que viajaban a bordo de la aeronave y detuvo a ocho presuntos secuestradores, aunque apuntaban al ciudadano boliviano como principal responsable de lo ocurrido.
DECLARA ANTE LA PROCURADURÍA
El portavoz de la Procuraduría General de la República (PGR), Ricardo Nájera, indicó que en las próximas horas interrogará a José Marc Flores Pereira, según informan los medios locales.
Asimismo, señaló que agentes de la Policía y peritos especializados realizaron una inspección exhaustiva de la aeronave y revisaron el equipaje de los pasajeros, aunque los ocho sospechosos fueron detenidos por las autoridades nada más aterrizar el avión en el aeropuerto de la capital.