Actualizado 09/10/2008 19:36

Bolivia-El fiscal de Pando denuncia que se intentó ocultar la causa de la muerte de un pastor en los enfrentamientos


LA PAZ, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El fiscal de distrito del departamento de Pando, Eloy Aspetti, acusó ayer, aunque de forma indirecta, al Ejército de haber tratado de ocultar las causas de la muerte del pastor que falleció en los incidentes en el aeropuerto de Cobija, en esta región, el mes pasado. Asimismo, confirmó que en la localidad de Porvenir murieron catorce personas y denunció que quince campesinos fueron torturados por funcionarios y miembros del Comité Cívico de Cobija.

Según informa hoy el diario 'La Razón', que se hace eco de la declaración que hizo ayer Aspetti en la Comisión Especial Multipartidaria que investiga la masacre en las localidades de Porvenir y Filadelfia, en el departamento de Pando, el fiscal indicó que el pastor que falleció en los enfrentamientos entre la población y militares en el aeropuerto de Cobija fue metido en formol y sus heridas de bala fueron rellenadas con pegamento.

De acuerdo con el fiscal, el cuerpo del pastor Luis Antonio Ribera fue metido en formol y loss dos orificios de entrada de proyectiles ocultados con pegamento. El religioso había acudido al aeropuerto de Cobija para calmar los ánimos ante las protestas contra la llegada de un contingente militar a la zona, que degeneraron en enfrentamientos. Sin embargo, el pastor y otra persona murieron en el choque.

"Se nos ha remitido mediante la Fiscalía General el certificado médico forense. Se pudo ver que hay dos impactos de bala a la altura del vientre y que en la autopsia indica que (cuando) se estaba haciendo la revisión, los orificios habían sido tapados con una especie de pegamento líquido, y se había hecho un proceso de formolización", explicó el fiscal.

'La Razón' recuerda que el cadáver de Ribera fue retenido por los militares en el aeropuerto durante 24 horas y entregado a la Fiscalía al día siguiente, antes de ser trasladado a su lugar de nacimiento en el departamento de Beni. Sus familiares llegaron incluso a denunciar que "los militares lo remataron" y por eso taparon sus heridas; sin embargo, el fiscal no apuntó directamente contra los militares en su declaración.

CATORCE MUERTOS

Por otra parte, confirmó que las víctimas de los enfrentamientos fueron catorce. "Cotejando la información del hospital de Porvenir, (del hospital) Roberto Galindo (en Cobija) y del forense, se atendió a 99 personas. De ellas, 53 serían por lesiones. Por arma de fuego, 46. El forense atendió, con el cruce de información que nos dio la funeraria Gómez (Cobija), donde llegaron los cadáveres, catorce muertos", confirmó el fiscal Aspetti.

Según indicó, sólo dos personas perecieron por "trauma cráneo facial". El fiscal no supo precisar el número de calibre utilizado ni a cuál de los dos bandos pertenecían los catorce muertos. "Esos detalles los tendremos concluída la investigación", se limitó a indicar.

"No puedo dar la información exacta, sería irresponsable. Definir (si los tiros) fueron de uno o de otro lado. Con las imágenes todos sabemos que es de ambos lados. Pero quiero conocer las evidencias, sino entraríamos en errores", afirmó a su salida de la Comisión de Constitución de la Cámara Baja.

CAMPESINOS TORTURADOS

Por otra parte, y según informa la agencia ABI, Aspetti confirmó que quince campesinos fueron torturados por funcionarios de la Prefectura, del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam) y gente del Comité Cívico de Cobija, durante la masacre cometida el mes pasado en esta región. Asimismo, dijo que hubo catorce muertos en Porvernir.

Según informa la agencia ABI, Aspetti prestó declaración ayer ante la Comisión Especial Multipartidaria que investiga la masacre en las localidades de Porvenir y Filadelfia, en el citado departamento. Durante su declaración, dijo estar al tando de que quince campesinos fueron tomados como rehenes por personas afines al ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández.

Aspetti explicó que, según la información registrada en el cuaderno de investigaciones, los quince campesinos tomados como rehenes por los cívicos en Porvenir fueron llevados a instalaciones del Comité Cívico para ser torturados antes de entregarlos a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).

Según el informe de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) y el Defensor del Pueblo, los rehenes fueron golpeados para que se declararan culpables por la masacre en las poblaciones de Porvenir y Filadelfia.

"El informe que tengo es que (los campesinos) habrían sufrido agresiones (...) por miembros de la Prefectura, el Comité Cívico y personal del Sedcam", afirmó Aspetti, siempre según ABI. "Además, los fiscales hicieron requerimiento para los exámenes médicos forenses y en esos exámenes está las condiciones en la que los campesinos han llegado al lugar", añadió, en referencia a la sede de la FELCC.

En cuanto a la imputación de los quince detenidos y su traslado a la cárcel de Villa Busch, el fiscal de distrito admitió que fue por la presión de más de cien cívicos, trabajadores de la Prefectura y del Servicio Departamental de Caminos, pero también para salvarles la vida, ya que si se ordenaba su liberación es "probable que muchos campesinos hubiesen sido linchados, incluidos policías y el fiscal".