Actualizado 05/02/2006 20:15

Bolivia.- Morales concede a una asamblea de cocaleros el control de sus cultivos


LA PAZ, 5 Feb. (EP/AP) -

El presidente de Bolivia, Evo Morales, dejó a una asamblea de campesinos cultivadores de hoja de coca la decisión sobre el control a los cultivos de la hoja para evitar su desvío a la producción de cocaína.

Morales señaló que en la reunión, que se celebrará entre el 11 y 13 de febrero en la ciudad de Cochabamba, los cocaleros deben decidir respecto a las plantaciones, e insistió en que deben "respetar" el límite de 1.600 metros cuadrados de cultivos por familia.

El lugarteniente de Morales en la lucha de la federación de cocaleros del Chapare, Asterio Romero, dijo en declaraciones publicadas hoy por la prensa que el "congreso decidirá los niveles de reducción de la producción de coca, cuándo comenzará la reducción concertada y cómo se aplicará la reducción concertada". "Hoy estamos planteando la verdadera lucha contra el narcotráfico", indicó a la prensa.

Morales, que asumió la presidencia el 22 de enero, se enfrentó durante la pasada semana a los dos primeros desencuentros con el sector cocalero, del que es máximo líder desde la década pasada, a causa de la presión de algunos grupos campesinos por ampliar los cultivos.

Cocaleros en el Parque Nacional Carrasco y en Yapacaní, en el sureste boliviano, advirtieron de que no permitirán la erradicación de sus cultivos, pese a ser ilegales.

Según una encuesta publicada hoy por el diario boliviano 'La Razón', un 74% de la población apoya a Morales, pero sólo el 47% respalda su decisión de dejar sin efecto la antigua política de 'coca cero' en el Chapare, y cambiarla por 'narcotráfico cero'.

El presidente ha insistido en esa nueva estrategia, mientras que la Embajada de Estados Unidos, que financia desde la década pasada la lucha antidroga en Bolivia, ha manifestado su preocupación por la propagación de los cultivos.

La ley antidroga de 1988 establece que sólo se puede cultivar coca en la región de los Yungas, 100 kilómetros al norte de La Paz, y nada más que 12.000 hectáreas, para fines lícitos. Indica que la coca del Chapare es "ilegal".

Pero Morales logró arrancar en 2004 al entonces presidente Carlos Mesa un acuerdo por el que se le permitiría a cada una de las familias asociadas a los sindicatos cocaleros del Chapare "un cato (en quechua, 1.600 metros cuadrados) de coca".

Esto da un total de 3.200 hectáreas y su mantenimiento dependerá de un estudio independiente sobre el actual volumen del consumo legal en Bolivia, aún no iniciado. Informes oficiales indican que a finales de 2005 había en Bolivia 27.700 hectáreas de coca, de las que 17.300 están en los Yungas, 10.100 en el Chapare, y 300 en Apolo.