Actualizado 20/01/2012 22:03

Bolivia.- Morales se enfrenta a su séptimo año de mandato con nuevos proyectos para impulsar la economía

LA PAZ, 20 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente boliviano, Evo Morales, iniciará este domingo su séptimo año de mandato al frente de Bolivia con la necesidad de acabar con los problemas que le han acorralado este año y avanzar en proyectos que mejoren la economía del país.

El líder indígena se ha acercado a la oposición y a varios empresarios del país después de que este año viera cómo estaba perdiendo gran parte de su prestigio tras un conflicto con indígenas por la construcción de una carretera por una reserva natural.

"Ante una especie de crisis interna y la dispersión de sus bases, el Gobierno trata de cohesionar nuevamente a las organizaciones sociales y acercar a otros sectores (...), quiere reconducir el proceso de cambio", dijo el analista Franklin Pareja, docente de la Universidad estatal de La Paz.

Morales pretende desarrollar una serie de grandes obras de infraestructuras en los tres años que le restan de mandato para poder seguir manteniendo el alto crecimiento económico del país, que llegó en 2011 al 5,1 por ciento.

Entre los grandes objetivos de Morales, destacan la intención de aumentar las exportaciones de gas a Brasil y Argentina, la industrialización de los hidrocarburos y del litio, la expansión de la minería y la siderúrgica y la construcción de un tren de alta velocidad que permite a Brasil tener acceso a puertos chilenos y peruanos.

Además, el presidente podría construir varias centrales hidroeléctricas destinadas a la exportación. Morales pretende financiar estas grandes obras en el marco de los mercados internacionales de capital, emitiendo bonos soberanos por primera vez desde hace un siglo, y cambiando algunas leyes del sector de la minería, de los hidrocarburos y de inversiones para permitir la entrada de capital privado.

CAMBIOS EN SU GESTIÓN

Morales comenzó a cambiar su imagen en noviembre del 2011, cuando hizo a un lado su discurso "antiimperialista" y acordó normalizar relaciones con Estados Unidos, incluidos nuevos embajadores, después de más de tres años de distanciamiento.

En un intento por agrupar a todos los agentes sociales, el pasado 11 de enero terminó una serie de reuniones con la Confederación de Empresarios para que se sumara a una "agenda de desarrollo". Además, Morales reunió poco después a la oposición para coordinar una serie de medidas económicas, aunque los principales partidos, que suman menos de un tercio en el Parlamento frente a la formación de Morales, boicotearon los encuentros pidiendo hablar de política antes que de economía.

"Queda la imagen de que el Gobierno está tratando de llevar adelante un proceso de participación", dijo Pareja. El ministro de Comunicación, Iván Canelas, destacó el intento de realizar acuerdos. "Por fin todos estamos comprendiendo la importancia que tiene reconciliarnos", afirmó.

Tras el triunfo de Morales en 2005, el presidente llevó la política boliviana a una nueva "refundación" del país con la creación de una nueva Constitución, aprobada en 2009, y nuevas medidas políticas de corte social.

CRÍTICAS EN 2011

Sin embargo, la celebración de las elecciones judiciales, para elegir a los jueces de los principales órganos del Estado, quedó desacreditada ya que los votos nulos emitidos superaron a los que decidieron elegir a los candidatos propuestos.

Las manifestaciones contra Morales comenzaron a finales de 2010 cuando comenzaron una serie de protestas contra el aumento del precio de los combustibles. El principal problema de 2011 fue el movimiento indígena que protestó contra la construcción de una carretera por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Los indígenas realizaron una marcha hacia La Paz que fue reprimida por las fuerzas de seguridad, por la que tuvieron que dimitir dos ministro del Gobierno de Morales. El presidente tuvo que dar marcha atrás en la construcción de la carretera.