Actualizado 21/01/2006 22:30

Bolivia.- Morales promete "justicia e igualdad" tras recibir el "mando originario" en una ceremonia indígena

LA PAZ, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente electo de Bolivia, Evo Morales prometió hoy "justicia e igualdad" a los más de 50.000 bolivianos que se desplazaron hasta el santuario precolombino de Tiwanaku para asistir a la entrega del "mando originario" al líder indígena.

"Hoy empieza una nueva vida para el pueblo boliviano de justicia e igualdad", dijo Morales en un discurso desde el templo de Kalasasaya. "Con la fuerza del pueblo podemos acabar con el estado colonial y neoliberal", proclamó Morales ante sus seguidores, "si no puedo avanzar, empújenme ustedes, hermanos y hermanas".

La ceremonia se celebró en la pirámide de Akapana, un lugar ceremonial de la cultura tiwanakota, probablemente la más poderosa que existió en Bolivia y a la que sucedieron las culturas aymara e inca.

Morales, que mañana tomará posesión como presidente de la República, fue vestido para esta ceremonia precolombina con una túnica especial, una réplica de la vestimenta utilizada por los monarcas tiwanakotas.

El mandatario subrayó que su victoria electoral el pasado 18 de diciembre "no es el triunfo de Evo Morales, es el triunfo de todos los bolivianos, de la democracia como expresión de una revolución democrática y cultural".

Tras expresar su agradecimiento a los indígenas --el 60% de los 8,5 millones de habitantes del país--, pero también a la clase media que le ha apoyado, avanzó que el 6 de agosto comenzará en la capital constitucional del país, Sucre, una Asamblea Constituyente.

Bajo un sol radiante, Morales subió descalzo a la pirámide y se colocó la túnica y el tocado, adornados con motivos tradicionales aymaras amarillos y rojos. A continuación recibió la bendición de los sacerdotes y tomó posesión del báculo que le proclamó presidente de 'Abiayala', el nombre que los indígenas reconocen como el originario de América. Después, se calzó con unas sandalias y bajó de la pirámide para dirigirse a la multitud congregada frente al templo.

Tras el discurso, recibió regalos de numerosas delegaciones de indígenas americanos, desde Chile hasta Estados Unidos: un gran collar de oro aymara y una túnica azul regalo de la premio Nobel de la Paz guatemalteca Rigoberta Menchú, entre otros obsequios quechua, mayas, mapuches argentinos y chilenos, charrúas uruguayos, indios estadounidenses e igorot filipinos. Las Madres de la Plaza de Mayo le regalaron una bandera argentina.

Después de la ceremonia comenzó una gran fiesta de celebración, protagonizada por una enorme torta de quinoa para 40.000 personas, y decorada con el rostro de Morales y el monte sagrado andino Illimani.