Actualizado 17/12/2013 21:19

Morales quiere que se juzgue a Obama por delitos de lesa humanidad

Pide cambiar la sede de la ONU porque los "países antiimperialistas" no se sienten seguros en EEUU

   NUEVA YORK, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha propuesto crear un "tribunal de los pueblos" para juzgar a su homólogo estadounidense, Barack Obama, por delitos de lesa humanidad, durante su intervención de este miércoles en la 68º sesión plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas.

   "Si estamos debatiendo seriamente sobre la vida humana, hay que pensar en constituir un tribunal de los pueblos con organismos internacionales y grandes defensores de los Derechos Humanos para presentar una demanda contra el Gobierno de Obama", ha propuesto, según prensa presidencial.

   Morales ha considerado que se podría juzgar a Obama por delitos de lesa humanidad, basándose en "los bombardeos de Libia", y por terrorismo internacional, debido a "la provisión de armas a los grupos de oposición a determinados gobiernos".

   Además, ha denunciado el "doble discurso" de Obama, al justificar las intervenciones militares con la búsqueda de la paz y la seguridad internacionales. "Le dieron el Nobel de la paz, no de la guerra", ha recordado el líder indígena.

   También ha señalado como fundamento de esta demanda el "uso de cualquier pretexto para intervenir militarmente en un país y adueñarse de sus recursos naturales". "Eso lo hemos vivido en Bolivia, pero hemos conseguido recuperarlos, no con balas, sino con votos; no con dinero, sino con conciencia", ha destacado.

   A este respecto, ha sostenido que "la guerra es el negocio del capitalismo". "¿Quiénes se benefician de ellas?, ¿En manos de quién quedan los países después de las intervenciones militares?, ¿Quiénes manejan sus riquezas?", ha planteado.

   Con todo ello, ha insistido en que, "si realmente somos responsables de la paz, de la vida, de la justicia, tenemos que organizarnos para sentar la mano y que nunca más un presidente --ni de Sudamérica, ni de  Oriente Próximo, ni de ninguna parte del mundo-- siga dañándolas".

CAMBIO DE LA SEDE DE LA ONU

   Por otro lado, ha apoyado la propuesta de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, de cambiar la sede de Naciones Unidas, que actualmente está en Nueva York, argumentando que algunos líderes mundiales "no se sienten seguros en Estados Unidos".

   "El centro de inseguridad está en Estados Unidos por culpa de su Gobierno. Entonces, ¿Cómo podemos estar seguros en una reunión de las Naciones Unidas. Tal vez no todos, pero los que no compartimos el imperialismo, nos sentimos totalmente inseguros", ha dicho.

   A este respecto, ha denunciado un "chantaje" de Estados Unidos con la concesión de visados para asistir a las reuniones de la organización internacional. "Nos los dan solo para unos cinco días y hay que estar mirando la hora para salir corriendo. Estamos amedrentados", ha aseverado.

   Asimismo, ha aludido al espionaje llevado a cabo por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos contra varios países latinoamericanos y europeos. "Nos controlan y violan los Derechos Humanos con el espionaje a países antiimperialistas", ha denunciado.

   En tercer lugar, ha considerado que la sede de Naciones Unidas debería estar en un país que haya ratificado todos sus convenios, recordando que la Casa Blanca no se ha adherido a los tratados sobre Derechos Humanos y la Madre Tierra.

DISPUTA TERRITORIAL

   Por otro lado, ha informado a Naciones Unidas de la demanda presentada ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) "para que declare la obligación de Chile de negociar de manera efectiva y de buena fe un acceso soberano al océano Pacífico para Bolivia".

   Morales ha insistido en que "la oligarquías chilenas invadieron Bolivia y en 1904 impusieron un tratado (para delimitar las fronteras) injusto e incumplido, por lo que existe la obligación de reconocer un acceso soberano al Pacífico".

   También ha destacado las "contradicciones" de su homólogo chileno, Sebastián Piñera. "La primera fue en la Asamblea General de septiembre de 2010, cuando afirmó que 'los tratados son inviolables y no se tocan', aunque en enero de ese año dijo que 'se pueden perfeccionar'".

   La segunda contradicción llegó --ha relatado-- en la Asamblea General de 2011, "cuando aseguró que entre Chile y Bolivia no existen asuntos territoriales pendientes y, sin embargo, en febrero de ese año reconoció que le había ofrecido a Bolivia la autonomía en un enclave".