Actualizado 10/06/2009 01:02

Bolivia rechaza que Gobierno Perú involucre a Morales en crisis

LA PAZ (Reuters/EP) - Bolivia rechazó el martes que el Gobierno peruano acuse al presidente Evo Morales de alentar indirectamente las últimas protestas de indígenas que dejaron decenas de muertos, lo que amenaza con volver a caldear las relaciones entre ambos países.

El vicepresidente boliviano, Alvaro García, dijo que el Gobierno de Alan García lo que busca es un pretexto por sus problemas internos, que afloraron tras protestas en la selva amazónica en rechazo a una ley de incentivo a las inversiones que los indígenas consideran atenta contra sus territorios.

Tribus mantienen desde hace un mes bloqueadas carreteras en la amazonía peruana y el presidente García insinuó que los gobiernos izquierdistas de Bolivia y Venezuela estarían detrás de la protesta, que siguió a un encuentro indígena continental realizado en la ciudad sureña andina de Pumo.

En una carta enviada a ese congreso, Morales planteó pasar de la "resistencia" a la "rebelión" y "de la rebelión a la revolución".

"La carta del presidente Evo es un programa de dignidad y de vida (...) Ha sido una carta de convocatoria de los pueblos a su dignidad, que reivindique la igualdad y la justicia", explicó el vicepresidente boliviano García.

"Lo que no aceptamos es que se convierta un documento de vida, de dignidad y de convocatoria en un pretexto o en un justificativo para la gestión de problemas internos de algún Gobierno o de alguna sociedad", agregó.

Para el primer ministro peruano, Yehude Simon, la carta de Morales fue una proclama "revolucionaria" que es inaceptable.

"Respeto mucho al presidente Evo Morales, creo que en Bolivia él representa una nacionalidad aymara, pero no puede mandar una carta y decir que hay que hacer la revolución, usted sabe lo que significa eso", dijo en declaraciones a un medio peruano.

Las protestas amazónicas se caldearon y desde el viernes pasado se contabiliza un saldo oficial de 24 policías y nueve indígenas muertos, aunque los indígenas originarios aseguran que sufrieron más de 30 bajas.

En medio de las intensas manifestaciones, la ministra del Interior de Perú, Mercedes Cabanillas, aseguró tener información de que el líder de la rebelión indígena, Alberto Pizango, se habría fugado a Bolivia en busca de asilo.

Sin embargo, el martes se confirmó que Nicaragua otorgó asilo político a Pizango.

Las relaciones entre Perú y Bolivia enfrentan un momento difícil, con constantes acusaciones de injerencia y roces verbales entre sus mandatarios.

En el último mes, Perú otorgó asilo y refugio a tres ex ministros del Gobierno del ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada procesados por genocidio y delitos económicos.

La medida mereció la crítica más enérgica de Morales y tensó aún más las relaciones entre ambos países.