LA PAZ, 9 May. (EUROPA PRESS) -
La Central Obrera Boliviana (COB) ha anunciado que no cesará en sus pretensiones de mejorar el sistema de pensiones, de cara a la reforma legislativa impulsada por el Gobierno de Evo Morales, y ha advertido de que seguirá sumando a su causa a nuevos sectores, tras cuatro días de huelga general.
El Gobierno de Morales ha puesto en marcha una reforma de las pensiones por la que los trabajadores jubilados cobrarán mensualmente una cantidad de dinero equivalente al cien por cien de los últimos salarios, frente al 70 por ciento actual.
La COB exige que el Gobierno garantice pensiones mínimas de 8.000 bolivianos (880 euros) para los mineros que hayan trabajado al menos 35 años y de 5.000 bolivianos (550 euros) para los trabajadores de otros sectores productivos. El Ejecutivo ha aceptado 4.000 (440 euros) y 3.200 (353 euros), respectivamente.
"Las medidas como el bloqueo (de caminos) y marchas continuarán, y una suspensión debe decidirse en un ampliado nacional. Entonces, las movilizaciones seguirán", ha afirmado, según el diario boliviano 'La Razón'.
El Ejecutivo informó el miércoles de la detención de un centenar de personas por los disturbios en medio de los bloqueos que los sindicalistas han efectuado en las principales vías de la ciudad. Por el momento, Morales ha asegurado que no cederá a las presiones.
Este jueves, se mantiene sólo un bloqueo en la capital y el resto han sido desmantelados, según el ministro del Interior, Carlos Romero. "Esas rutas están expeditas. En las vías troncales había un bloqueo en Villazón por un problema estrictamente local, que nada tiene que ver con la movilización de la COB, y otro en Uyuni", apuntó.