Actualizado 25/06/2009 01:30

Bomba deja 72 muertos en Ciudad Sadr en Bagdad

Por Sattar Rahim

BAGDAD (Reuters/EP) - Una bomba causó la muerte el miércoles a 72 personas en un mercado de la inestable barriada de Ciudad Sadr en el este de Bagdad, dijo la policía iraquí.

La explosión ocurrió seis días antes de la fecha en la que las tropas de combate estadounidenses deben retirarse de pueblos y ciudades iraquíes.

Alrededor de 127 personas resultaron heridas en el incidente, que fue uno de los peores ataques ocurrido en Irak este año. Un testigo dijo que la explosión destruyó una parte del mercado donde se vendían aves, incendiando los puestos.

La violencia en Irak ha caído fuertemente durante el último año, pero los militantes aún lanzan letales ataques con bomba que buscan debilitar al Gobierno y reiniciar el conflicto sectario.

El ataque al mercado el viernes ocurrió justo cuatro días antes de que el Ejército estadounidense entregue formalmente el control a las fuerzas locales de Ciudad Sadr, en donde las fuerzas estadounidenses e iraquíes lucharon fieros combates contra los milicianos chiítas durante la primavera del 2008.

Raad Latif, dueño de una tienda cerca del lugar donde ocurrió la explosión, dijo que aparentemente la bomba había estado en un remolque atado a un motocicleta.

"El estallido fue muy grande y fuerte. Después de que lo escuchamos, cerramos nuestras tiendas y corrimos a ayudar a los heridos", recordó Latif. Inicialmente las fuerzas de seguridad prohibieron el paso a los residentes para permitir que las ambulancias y vehículos policiales ingresaran al área, agregó.

"Después de un rato volvieron a sus cabales y nos permitieron ayudar en cuanto pudiéramos... la escena era espantosa", comentó.

El despacho del portavoz de seguridad de Bagdad informó que 62 personas han muerto y otras 150 resultaron heridas por la explosión.

Tres estudiantes de una escuela murieron en otro ataque con bomba en Ciudad Sadr el lunes, uno de una serie de explosiones a lo largo del país que causaron la muerte a 27 personas ese día. En la provincia de Kirkuk a fines de la semana pasada 73 personas murieron por un camión-bomba.

A pesar de la disminución de los índices generales de violencia, las altas cifras de muertos siguen siendo comunes en Irak. Dos mujeres suicidas con bomba causaron en abril la muerte de 60 personas afuera de un santuario chiíta ubicado en la capital, sólo días antes de que una explosión de autos bomba provocara la muerte de 51 personas en Ciudad Sadr.

PLAZO FINAL

Estos ataques siembran dudas sobre la capacidad de las fuerzas iraquíes, reorganizadas después de ser disueltas por funcionarios estadounidenses en el 2003, para combatir solas una persistente insurgencia.

"Este acto cobarde no hará temblar la determinación de nuestro pueblo y fuerzas armadas para asumir la responsabilidad de seguridad y frustrar conspiraciones terroristas", dijo a través de un comunicado tras el ataque el presidente iraquí, Jalal Talabani, quien pertenece a una minoría kurda.

Ciudad Sadr es un bastión de apoyo al clérigo chiíta anti estadounidense Moqtada al-Sadr y su milicia Ejército Mehdi. Pero durante el último año el Ejército Mehdi ha detenido la mayor parte de sus actividades y las fuerzas del Gobierno iraquí han retomado el control del área.

Analistas dicen que es probable que los ataques se intensifiquen de cara a una elección parlamentaria en enero. El primer ministro iraquí Nuri al-Maliki ha construido su reputación en base a la disminución del derramamiento de sangre y ha alabado el retiro parcial de las tropas estadounidenses.

Maliki, miembro de la mayoría chiíta iraquí, ha dicho que el repliegue urbano de las tropas de combate -un hito en el plan de retiro absoluto de las tropas estadounidenses para el 2012- es una gran victoria para Irak.

Para celebrar la ocasión el gabinete determinó que el próximo jueves sea feriado nacional.

Anteriormente el miércoles un portavoz del Ejército estadounidense dijo que sólo un pequeño número de soldados estadounidenses permanecerá en las ciudades tras el plazo fijado el 30 de junio para que las fuerzas de combate se retiren de áreas urbanas, pero aún no determinan el número exacto.

Algunos soldados estadounidenses continúan entrenando y asesorando a las fuerzas locales de seguridad y el Ejército estadounidense permanecerá dispuesto a prestar apoyo si es necesario.

El brigadier general Steve Lanza comentó a los reporteros que el Ejército estadounidense reconoce que el retiro de sus fuerzas representará desafíos para Irak, pero destacó que en junio sólo se registraron 10 ataques importantes, en comparación a los 16 de mayo y 28 de abril.