Actualizado 21/01/2019 17:50

Borrell defiende la reunión de los embajadores de la UE con Maduro

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   La UE confía en que el grupo de contacto internacional pueda estar en marcha en febrero

   BRUSELAS, 21 (EUROPA PRESS)

   El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha defendido la reunión que mantuvieron los embajadores de la Unión Europea con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, este viernes, en el marco de los esfuerzos del bloque para contribuir a una salida de la crisis en el país a través de la creación de un grupo de contacto internacional, al tiempo que ha dejado claro que las sanciones de la Unión se mantendrán.

   El encuentro llega después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendiera en la Eurocámara que España "en absoluto" ha reconocido al "régimen de Maduro". Como "prueba", recordó que el Gobierno no envió a nadie a la toma de posesión de Maduro, aunque fuentes diplomáticas han reconocido que España, Grecia y Portugal sí "consideraron enviar representación" de bajo nivel pese al criterio de "la mayoría" de no ir, como finalmente ocurrió.

   "Aquí la 'realpolitik' se aplica. Le guste a usted o no. Maduro no nos gusta, pero todos los embajadores de la Unión Europea estaban ahí sentados con él", ha defendido el jefe de la diplomacia española en declaraciones a la prensa, a su llegada a la reunión con sus homólogos de la UE en la que abordarán los esfuerzos del bloque para crear un grupo de contacto internacional para ayudar a acercar a las partes tras el boicot del bloque a la toma de posesión de Maduro, a la que no acudió ningún país del bloque.

   Borrell ha recordado que "la Unión Europea no reconoce gobiernos, sino estados" y "Venezuela existe, es un Estado", evitando en todo caso valorar si las palabras de Sánchez contradicen la línea oficial de la Unión Europea, de no entrar en la cuestión del reconocimiento o no del Gobierno de Maduro.

   "Nuestros embajadores siguen allí. Y se han ido a ver al señor Maduro. Para eso tenemos embajadores. No los tenemos para que se queden en sus embajadas", ha remachado, insistiendo en que el objetivo de la reunión era abordar la creación de "un grupo de contacto para establecer alguna clase de diálogo" entre el Gobierno y la oposición. 

   Además, Borrell ha recordado que el servicio diplomático europeo emitió un comunicado tras el encuentro "perfectamente en línea" con la posición del Gobierno español de "rechazo al régimen" de Maduro que se impuso en mayo en elecciones presidenciales que "no fueron ni justas ni libres" para el bloque y ha dejado claro que las sanciones europeas a Venezuela "no se van a levantar".

   También ha insistido en que hace falta algo "más" que sanciones de la UE y ésta debe implicarse en Venezuela, donde hay "un millón de europeos". "Europa no puede llamarse a andana con lo que pasa en Venezuela", ha incidido.

   En rueda de prensa posterior a la reunión de los Veintiocho, Borrell ha explicado que "Maduro no se manifestó en contra" de la propuesta de la UE de crear un grupo de contacto internacional en la reunión con los embajadores europeos, que se produjo a iniciativa del embajador francés y ha dejado claro que la UE ha dicho que quiere mantener los canales de diálogo abiertos con los actores "relevantes" para buscar una salida a la crisis venezolana sin descartar que se puedan "imponer más (sanciones) si fuera necesario". "Nada justifica levantarlas pero no es suficiente", ha dicho.

   Borrell ha concedido que la "materialización práctica" del grupo de contacto todavía está en el aire y por ello España, junto con otros países "más activos" como Francia, Portugal e Italia son partidarios de "pensar" en "otra clase de acciones que se puedan tomar" si "no es posible una acción común" porque la situación es "gravísima", aunque "nadie va a hacer nada" hasta que haya tomado "una decisión final" sobre el grupo de contacto, prevista en la reunión de los jefes de la diplomacia europea en el próximo 18 de febrero.

   La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, que ha informado a los Veintiocho en la reunión del trabajo de cara a crear el grupo de contacto que "podría empezar a trabajar en las próximas semanas, con suerte en febrero" aunque ha pedido no crear "falsas expectativas ni ilusiones" porque su creación no se ha decidido todavía, a la espera de concluir los contactos "con socios en la región y actores internacionales".

   La jefa de la diplomacia europea ha defendido también el encuentro con Maduro y la nueva mesa de la Asamblea Nacional para "mantener todos los canales abiertos" y trasladar la posición "muy clara" de la UE, al tiempo que ha insistido en que la "política de presión" a través de las sanciones "no va a cambiar". "Y menos ahora que la situación se está deteriorando, para contribuir a abrir un proceso, hoy ausente", ha remachado.

   El objetivo del bloque, según fuentes diplomáticas, es poner en marcha "de aquí a un mes" un grupo de contacto internacional sobre Venezuela, con países de la región y del bloque europeo, para tratar de "crear las condiciones para un verdadero diálogo entre la oposición y el régimen de Maduro" y para ello se discute con países como Colombia, Brasil y México, entre otros, mientras que en el lado europeo han mostrado interés en participar España, Portugal, Grecia, Italia y Francia entre otros. Cuba y Estados Unidos se han descartado por su excesiva simpatía por el régimen y la oposición, respectivamente.

   El Gobierno español pide celeridad en la puesta en marcha del grupo de contacto ante la necesidad de evitar que la situación degenere sobre el terreno y se llegue incluso a "una guerra civil".

   El bloque ya avisó que "la UE seguirá vigilando de cerca la evolución sobre el terreno y permanecerá dispuesta a reaccionar con medidas adecuadas a decisiones y acciones que socaven aún más las instituciones y principios democráticos, el Estado de Derecho y los Derechos Humanos" en un texto pactado el pasado 10 de enero.