Publicado 28/01/2019 17:34

Borrell ve "lógica" la reacción de Maduro al ultimátum: "No esperábamos otra"

Rueda de prensa del ministro de Exteriores, Josep Borrell, tras el Consejo de Mi
MONCLOA

   MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha considerado "lógica" la reacción del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al ultimátum lanzado por varios países europeos, entre ellos España, y ha asegurado que el Gobierno español hará "todo lo posible" para garantizar la ayuda necesaria a la colonia española, que oscilaría entre 160.000 y 170.000 personas.

   Borrell ha afirmado que no se han producido "hechos concretos" desde que el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, amenazase con reconocer al opositor Juan Guaidó como jefe de Estado de Venezuela. España, junto a Reino Unido, Francia y Alemania, respaldará a Guaidó si no se convocan elecciones antes del sábado.

   El ministro de Exteriores ha destacado en una comparecencia junto a su homólogo georgiano, David Zalkialini, el consenso europeo sobre este tema, si bien ha admitido que la posición adoptada desde la UE "no va tan lejos" como la española, al no incluir una fecha concreta para el hipotético reconocimiento de Guaidó.

   Sobre la reacción de Maduro, que ha cuestionado la legitimidad de Sánchez por llegar al Gobierno tras una moción de censura, el jefe de la diplomacia española la ha considerado "lógica". "No esperábamos otra", ha apostillado Borrell, que espera tratar el tema esta semana en sus reuniones con otros representantes de gobiernos europeos.

   España, ha añadido "va a hacer todo lo posible para garantizar (a la colonia española) en Venezuela la ayuda que necesite". Sin embargo, ha matizado las cifras, ya que no se trataría de 200.0000 españoles, si no de entre 160.000 y 170.000, según los datos que estima la Embajada en Caracas.

INTEGRIDAD TERRITORIAL

   Borrell ha aprovechado también para apuntar que Venezuela es uno de los pocos países que reconoce como Estados independientes a "dos porciones de territorio georgiano", en alusión a Osetia del Sur y Abjazia. "Quizás por su estrecha relación con Rusia", ha apuntado a continuación.

   El ministro de Exteriores de Georgia ha agradecido a España su apoyo a la "soberanía e integridad territorial" y le ha devuelto el gesto reconociendo también "la integridad territorial de España y de sus fronteras reconocidas" internacionalmente. Zalkialini espera que su visita sirva para reforzar las relaciones en todos los ámbitos.

   En este sentido, ha reiterado el compromiso de su Gobierno con la integración en la UE y en la OTAN y ha llamado a los inversores a aprovechar el "gran potencial" georgiano, algo que Borrell en lo que también ha incidido al describir a la antigua república soviética como la "puerta de entrada" hacia China y otros países del este de Asia.

   El ministro español ha destacado que la colaboración trasciende a lo económico, por ejemplo con intereses comunes en materia de lucha contra la delincuencia o gestión de flujos migratorios, al margen de "algún problema puntual" con los visados. Desde 2017, la UE ha relajado la exigencia de visados para los ciudadanos georgianos.

   Borrell se ha preguntado cómo el número de georgianos que piden asilo en España puede haber pasado de 40 a más de mil, cuando las condiciones en Georgia apenas han variado en el último año, y ha sugerido que la mayoría de estas personas llegan "mal informadas". "Hay alguien que abusa de la buena fe o la ignorancia", ha dicho.

   Georgia ha invitado a Borrell a una cumbre convocada para el próximo mes de julio en la localidad de Batumi, a orillas del mar Negro, y en la que la exrepública soviética espera exponer su acercamiento a la UE coincidiendo con el décimo aniversario de la formalización de su alianza. El ministro español ha recogido el guante: "Espero estar".

   Borrel acudirá este martes en representación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez --de visita oficial a México--, a una cumbre en Chipre de países del sur de la UE que tendrá entre sus principales temas la inmigración. El jefe de la diplomacia española ha admitido la "dificultad" de definir una política migratoria común, aunque espera que la reunión sirva para una "puesta en común de los problemas" a los que se enfrentan los distintos países.