RIO DE JANEIRO, 19 Feb. (EP/AP) -
Las cuadrillas de trabajadores de comenzaron hoy las tareas de limpieza tras el histórico concierto gratuito de los Rolling Stones en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, que atrajo a más de un millón de personas.
Unos 400 empleados municipales recogieron casi 200 toneladas de basura tras el concierto del anoche, que trajo el espíritu del carnaval a la ciudad una semana antes de que comiencen las fiestas.
Los organizadores desmontaron el inmenso escenario, así como ocho pantallas gigantes de vídeo y 16 torres de sonido que permitieron a los fanáticos disfrutar del espectáculo ofrecido por los rockeros.
Asimismo, la Policía continuó hoy patrullando el acomodado distrito de Copacabana, que aún estaba repleto de turistas que disfrutaban de la playa. Miembros de la defensa civil dijeron que cerca de 500 personas recibieron atención médica por problemas menores durante y después del espectáculo, de dos horas de duración. Los casos más graves fueron apuñalamientos ocurridos durante intentos de robo, pero ninguna de las víctimas tenía heridas graves.
Las autoridades municipales emplazaron unos 10.000 agentes policiales --tres veces más que el contingente dispuesto para las festividades del Año Nuevo-- y unos 600 bomberos, trabajadores de defensa civil y vigilantes. Los medios locales dijeron que la banda ofreció una fiesta para 600 personas en su hotel, después del concierto.