Actualizado 14/06/2013 18:49

El alcalde de Sao Paulo reconoce la excesiva fuerza en la represión contra los manifestantes

Huno más de 200 detenidos, aunque la mayoría ya han sido puestos en libertad


BRASILIA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, ha reconocido este viernes la excesiva fuerza empleada por la Policía Militar a la hora de dispersar a los manifestantes que protestaron el jueves contra la subida del precio de los transportes, al tiempo que el secretario de Seguridad Pública, Fernando Grella Vieira, ha anunciado la apertura de una investigación.

Por cuarto día consecutivo, miles de personas --5.000, según las fuerzas de seguridad, y 20.000, según los convocantes-- recorrieron durante una hora las principales avenidas de Sao Paulo para protestar por el paso de la tarifa del transporte público de 3 (1,05 euros) a 3,20 reales (1,12 euros).

La Policía Militar intervino para dispersar a los concentrados y al menos 235 personas fueron detenidas, aunque este viernes por la mañana sólo cuatro quedan bajo custodia policial. Al menos siete periodistas resultaron heridos al inhalar gas lacrimógeno o recibir el impacto de pelotas de goma.

Las protestas se han convocado principalmente en las redes sociales, con el Movimiento Passe Livre (MPL), que reivindica una mejora de la movilidad en la urbe brasileña y una reducción del precio. Las protestas se repitieron en las ciudades de Porto Alegre y Río de Janeiro, pero con disturbios menores.

"El martes, la imagen que quedó fue la violencia de los manifestantes. Desafortunadamente no hay duda de que la imagen que quedó hoy fue la violencia de la policía", ha indicado el alcalde, según medios locales. "Hay hechos que deben evaluarse", ha comentado Haddad, que ha reclamado diálogo, aunque ha advertido de que no se podrá bajar el precio del transporte público, porque actualmente "es el más bajo posible".

"Tengo entendido que el Secretario Grella abrirá una investigación para determinar de forma rigurosa los hechos, sobre si se actuó correctamente", ha explicado. "Está claro que la imagen actual es que hubo un posible exceso de la Policía", ha reconocido.

Los disturbios comenzaron cuando los manifestantes intentaron llegar hasta el parque Ibirapuerta, cambiando el recorrido. Según la Agencia do Brasil, tomaron esta decisión, a pesar de que estaban negociando con las autoridades municipales el final de la marcha.

Los efectivos antidisturbios trataron de cortar el paso a los manifestantes lanzando gases lacrimógenos y balas de goma en las esquinas de la avenida Consolación y la calle María Antonia. En respuesta, los manifestantes quemaron mobiliario público y levantaron barricadas.