Actualizado 18/12/2014 20:16

Brasil se apunta una victoria con la reanudación de las relaciones entre Cuba y EEUU

Dilma Rousseff y Raúl Castro
Foto: REUTERS

El acuerdo también puede ayudar a destensar el trato entre los ejecutivos de Obama y Rousseff

   RÍO DE JANEIRO, 18 Dic. (Notimérica) -

   Brasil se ha apuntado una victoria diplomática con la reanudación de las relaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, después de que en los últimos años enfrentara grandes críticas por financiar el puerto de Mariel, la mayor inversión privada que se ha hecho hasta ahora en la isla.

   El puerto de Mariel, inaugurado el pasado mes de enero, es uno de los proyectos más ambiciosos del presidente Raúl Castro para modernizar la economía cubana, que se abre así al capital extranjero.

   Brasil financió la obra a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) --700 millones de dólares--. La responsable de la obra ha sido Odebrecht, una de las principales empresas de ingeniería brasileñas, que además también está ampliado el aeropuerto internacional de La Habana.

   Alrededor de puerto de Mariel se ha constituido una zona de 400 kilómetros cuadrados que prevé importantes exenciones fiscales para las empresas extranjeras que se instalen allí. El sistema es diferente del que opera en el resto de la isla, pues hay más facilidad para contratar y no es obligatorio asociarse con una empresa local. Es en ese contexto donde Brasil puede verse beneficiado, pues goza de una situación privilegiada porque llegó primero, apuntan varios expertos.

   "La inversión se hizo teniendo en cuenta el potencial de la región. La idea es que empresas brasileñas se puedan establecer en la zona de libre comercio alrededor del puerto y de ahí exporten directamente a los Estados Unidos y a otros países de América Central", apunta el coordinador del Instituto de Estudios Económicos de la Universidade Estadual Paulista (UNESP), Luis Fernando Ayerbe, en declaraciones a BBC Brasil.

   Otros expertos apuntan, en cambio, que el hecho de que Cuba se abra a partir de ahora a otros socios comerciales puede perjudicar a Brasil, que hasta ahora era uno de los pocos países con los que la isla mantenía fluidas relaciones de intercambio comercial.

   En todo caso, el hecho de que el puerto de Mariel se haya financiado con capital público brasileño suscitó enormes críticas en los partidos de la oposición, que acusaban al Gobierno de Dilma Rousseff de actuar únicamente por afinidad ideológica y sin tener en cuenta la viabilidad económica del proyecto.

   En los debates que se realizaron en la campaña electoral entre la presidenta y el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, Rousseff le recordó que el dinero se prestó a una empresa brasileña -Odebrecht- y que la obra ha generado miles de puestos de trabajo en alrededor de 400 empresas proveedoras.

PAÍSES EN SINTONÍA

   Las relaciones entre Brasil y Cuba han gozado de muy buena salud en los últimos años, gracias a la sintonía entre el gobierno de Castro y los de Lula y Rousseff. Así, desde que en Brasil gobierna el Partido de los Trabajadores (PT) el intercambio comercial se ha multiplicado por siete: en 2003 era de 92 millones de dólares y el año pasado llegó a 625 millones.

   Brasil ya es el tercer socio comercial de la isla, después de otros dos países tradicionalmente aliados, China y Venezuela. Las buenas relaciones se extienden a otros ámbitos y buen ejemplo de ello es el programa social 'Mais médicos', que ha llevado a decenas de miles de médicos cubanos a trabajar en áreas rurales de Brasil que hasta ahora no contaban con asistencia sanitaria. También fue un proyecto polémico.

   La noticia del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos se produjo mientras gran parte de los líderes latinoamericanos asistían a la cumbre de MERCOSUR. Allí, Rousseff aseguró que la noticia era fantástica y que la construcción del puerto de Mariel, "tan criticada durante la campaña", muestra su importancia para toda la región: "Precisamente para mí es fantástico", dijo.

   "Estoy muy feliz porque la política del Gobierno brasileño hasta ahora ha sido enfatizar, no sólo desde el punto de vista retórico, sino con acciones concretas, la forma en que Cuba tiene que ser integrada", aseguró, remarcando que ella y otros colegas, en tanto que "luchadores sociales" nunca imaginaron que se produciría ese reinicio de las relaciones diplomáticas.

BRASIL Y ESTADOS UNIDOS

   Pero la normalización de la situación entre Cuba y Estados Unidos también puede afectar favorablemente a las relaciones entre Brasil y el gigante norteamericano, muy tocadas desde que el ex agente de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Edward Snowden, diera a conocer que la administración Obama espió al Gobierno brasileño, llegando a pinchar el teléfono móvil de Rousseff.

   En su momento la revelación de estos detalles causó un profundo malestar en el Gobierno brasileño, que condenó enérgicamente la actitud estadounidense de desconfianza hacia países aliados. Rousseff llegó a cancelar una visita oficial a Estados Unidos y las relaciones sólo empezaron a suavizarse hace unos meses, cuando coincidiendo con el Mundial de Fútbol el vicepresidente Joe Biden se reunió con la presidenta en Brasilia.

   Tras ser reelegida presidenta, Rousseff aseguró que está dispuesta a visitar el país próximamente, y hace unas semanas conversó brevemente con Obama durante la cumbre del G20 en Australia, su primer encuentro personal tras la polémica. La última señal de deshielo es el anuncio de que la Casa Blanca enviará a Biden a la toma de posesión de Rousseff el próximo 1 de enero.

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