Actualizado 01/11/2006 05:17

Brasil/Bolivia.- El Gobierno boliviano y la brasileña Petrobras enfrentados tras la firma de los nuevos contratos


LA PAZ, 1 Nov. (EP/AP) -

El ministro boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, afirmó el martes que las empresas petroleras no son dueñas de las reservas ni de la producción después de la nacionalización del sector, contradiciendo así al presidente de la brasileña Petrobras, Sergio Gabriela, quien dijo que la empresa podía anotar como propias las reservas que controla en Bolivia.

"Bajo los contratos anteriores de riesgo compartido, las empresas eran propietarias de los hidrocarburos producidos. Ahora el estado es propietario de las reservas y del gas que se produce", recordó Villegas en una rueda de prensa en la que explicó los alcances de los convenios firmados la madrugada del domingo.

A esa controversia se sumaron declaraciones del presidente Evo Morales, quien dijo el lunes ante corresponsales que su gobierno alistaba una eventual intervención militar a las instalaciones de las compañías en caso de que no se hubiera llegado a un acuerdo el sábado, último día para la firma de nuevos contratos.

La agencia brasileña privada AE dijo el martes, sin citar fuentes, que Itamaratí ordenó a su embajada en La Paz que confirmara declaraciones del mandatario y verificara si esas amenazas fueron planteadas durante las negociaciones de la semana pasada.

El propio Villegas confirmó que la estrategia del gobierno boliviano era impedir una probable suspensión del suministro de gas a Brasil y Argentina para los cual se había pensado movilizar a militares y técnicos bolivianos.

La ocupación militar de campos el 1 de mayo cuando Morales lanzó su decreto de nacionalización de los hidrocarburos provocó malestar en Brasil, principal mercado del gas boliviano.

Villegas dijo, además, que las compañías explorarán y explotarán hidrocarburos invirtiendo su capital y bajo "su propio riesgo", y por ello la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) les pagará en dinero los costos y reconocerá una utilidad en porcentajes variables.

MULTINACIONALES SIN PODER DE DECISIÓN

Según Villegas, las compañías "no tienen la libertad de decidir los programas ni el presupuesto" si no es con aprobación de YPFB, y que en caso de incumplimiento podría llegarse a la rescisión del contrato.

Para el caso de controversias las empresas no podrán apelar a tribunales de Estados Unidos o Europa. "La sede del arbitraje será La Paz" porque "todas aceptaron someterse a las leyes bolivianas", puntualizó."Tampoco podrán utilizar vías diplomáticas. Ninguna empresa recurrirá a su gobierno. Todos los problemas se solucionarán en Bolivia", agregó.

Villegas explicó que sólo se acudirá a peritajes internacionales en caso de que los informes de inversión de las empresas no coincida con los informes de auditoria de YPFB.

El ministro aseguró que las empresas invertirán en los siguientes tres años 3.545 millones de dólares para aumentar la producción lo que permitiría asegurar el suministro a Brasil y Argentina, al mercado interno y a los planes bolivianos de industrializar el energético.