Actualizado 15/02/2006 19:31

Brasil.- Brasil, dispuesto a mediar en el conflicto entre Argentina y Uruguay por las papeleras en Río Uruguay


BRASILIA, 15 Feb. (EP/AP) -

El asesor de política externa de la Presidencia de Brasil, Marco Aurelio García, aseguró que su país lamenta la disputa generada entre Uruguay y Argentina por la construcción de dos plantas de celulosa sobre el Río Uruguay y reiteró la oferta de mediación que realizó su el Gobierno de Luis Ignacio 'Lula' da Silva en el caso, a petición de ambas partes.

García afirmó que al Gobierno de 'Lula' le gustaría ver una solución a la disputa, en el ámbito bilateral o dentro del Mercosur.

"Si Brasil pudiera ayudar en algo, estamos a la disposición", el alto asesor en una rueda de prensa celebrada en el Palacio de Gobierno.

Asimismo, aseguró que el Gobierno brasileño esperaba que la respuesta del presidente de Argentina, Néstor Kirchner, a la carta que le envió esta semana su homólogo de Uruguay, Tabaré Vázquez, traiga un paso positivo para "resolver los aspectos más dramáticos de esa confrontación", como los "bloqueos de carreteras" por parte de argentinos que protestan por los planes de las fábricas.

"Evidentemente, el Gobierno brasileño lamenta eso y le gustaría que ese diferendo pudiera ser resuelto en el ámbito bilateral y sino lo fuese por lo menos en el ámbito de Mercosur", agregó.

Para tratar temas regionales, según aseguró, conversó telefónicamente el martes (pasado) con la vicecanciller (viceministra) uruguaya, Belela Herrera, surgiendo el temas de las plantas de celulosas, pero no dijo si durante ese diálogo ofreció los oficios brasileños.

Los gobiernos de Buenos Aires y Montevideo mantienen al menos desde 2003 una disputa por la construcción de dos plantas de celulosa en la margen uruguaya del Río Uruguay, en la frontera de los dos países. El impasse ha subido de tono con el reciente anuncio de Argentina de demandar a Uruguay ante la Corte Internacional en la Haya.

La construcción de las dos plantas de celulosa, con inversiones de 1.800 millones de dólares, es rechazada por Argentina, que mantiene que provocarán daños al ecosistema. Uruguay defiende la construcción y asegura que las plantas no contaminarán.