BRASILIA, 30 May. (EP/AP) -
El número dos de la Policía Federal brasileña fue suspendido hoy de su cargo durante 60 días por ser sospechoso de permitir filtraciones del importante operativo policial que provocó el descubrimiento del escándalo de corrupción más importante en ese país en los últimos años.
Las cinco personas que permanecían detenidas por el escándalo fueron puestos en libertad en la madrugada de este miércoles tras recibir beneficios del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). El caso provocó la semana pasada la dimisión de un ministro y salpicó al presidente del Senado brasileño.
La juez del TSJ, Eliana Calmon, encargada de la investigación y los interrogatorios de este caso de corrupción, confirmó que los implicados fueron suspendidos de sus cargos por las averiguaciones del director ejecutivo de la Policía Federal, Zulmar Pimentel dos Santos y por el superintendente de la Policía del Estado de Bahía, el inspector Antonio César Nunes, según indicó la magistrada en un comunicado de la citada Corte.
Calmon dijo que ambos inspectores "dejaron filtrar informaciones" sobre el gran operativo que desembocó este mes en un nuevo escándalo de corrupción, pero no dio ningún detalle de esas filtraciones.
La Policía Federal anunció a través de un comunicado que ya ha designado de forma interna a un nuevo director ejecutivo para la Policía y pidió a la magistrada copias del expediente para poder decidir sobre sanciones a aplicar a Dos Santos.
Mientras los inspectores eran suspendidos, en el misma central policial de Brasilia quedaban en libertad Zuleido Vargas, dueño de la constructora Gautama; la directora comercial de la empresa, María de Fátima Palmeira y otros tres funcionarios de la empresa, dijo un despacho del servicio oficial de noticias Agencia Brasil.
Vargas, los funcionarios de su empresa, así como un asesor del ministerio de Minas y Energía, fueron parte de un grupo de 47 personas detenidas en nueve distintas localidades del país el 17 de mayo por la policía, bajo acusación de pertenencia a una banda dedicada al fraude de licitaciones de obras públicas.
Según la policía, la banda pagaba sobornos a funcionarios para que agilizaran licitaciones en las que participaba Gautama, una constructora de Bahía.
Esas sospechas de sobornos en el ministerio de Minas provocaron la renuncia del ministro Silas Rondeau, quien niega haber recibido cualquier pago ilícito.
También han surgido versiones que el presidente del Senado, Renan Calheiros, tendría relaciones con Gautama. Calheiros sostiene que conoce la empresa, pero descarta irregularidades.