El líder de la oposición Aécio Neves se suma por primera vez a las marchas

   RÍO DE JANEIRO, 17 Ago. (Notimérica) -

   Las calles de decenas de ciudades de todo Brasil se han llenado este domingo de manifestantes en contra del Gobierno de Dilma Rousseff y a favor de su 'impeachment', pero los organizadores no han conseguido igualar el éxito de afluencia que tuvieron las primeras convocatorias, en el mes de marzo.

   La jornada ha transcurrido en un ambiente familiar y festivo, con cientos de miles de personas -mayoritariamente de clase media alta y perfil conservador- gritando contra la corrupción del Partido de los Trabajadores (PT) y de forma más minoritaria incluso pidiendo ayuda a los militares.

   Una de las novedades de estas manifestaciones respecto a las precedentes de marzo y abril ha sido la participación del principal líder de la oposición, Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña), que hasta ahora se había mantenido al margen de las protestas, originadas de forma espontánea por ciudadanos descontentos.

   En Belo Horizonte, su ciudad natal, ha gritado basta "tanta mentira, a tanta corrupción y a tanto desprecio al pueblo brasileño" y ha remarcado que estaba allí "sin querer ningún tipo de protagonismo", únicamente como parte de la sociedad indignada.

   Neves, que ha sido aclamado con gritos de 'presidente, presidente', perdió por la mínima en las elecciones del pasado octubre frente a Rousseff, y desde entonces ha mantenido un papel discreto en la vida política del país, incluso en las últimas semanas de grave crisis institucional.

   En su breve discurso también ha querido restar importancia al baile de cifras habitual en las manifestaciones: "No importa el tamaño de la manifestación, porque la indignación hoy es enorme, mayor que en la época de las elecciones", ha asegurado desde Belo Horizonte, donde según la Policía Militar se han reunido 4.000 personas.

   Lo cierto es que la impopularidad de Rousseff está batiendo récords y ya alcanza el 71% de desaprobación a su gestión, según las últimas encuestas de Datafolha; pero en cambio el número de manifestantes en las calles se ha estancado o ha disminuido con el paso del tiempo.

    En Brasilia, la capital, 25.000 personas se han dado cita en la Explanada de los Ministerios, igual que en abril, aunque los manifestantes elevan la cifra hasta los 45.000. En Río de Janeiro la primera marcha reunió a más de 100.000 personas y ahora se calcula que han sido la mitad, según la Policía.

ACTO DE APOYO AL GOBIERNO.

   Aunque en São Paulo la marcha ha sido masiva y ha llenado la Avenida Paulista ni los manifestantes ni la Policía han ofrecido datos de asistencia; pero la ciudad sí ha destacado por albergar un acto de apoyo al Gobierno del PT, frente a la sede del Instituto Lula.

   Allí, en el barrio de Ipiranga, decenas de simpatizantes del PT y miembros del sindicato Central Única de los Trabajadores (CUT) han organizado debates bajo el lema #NãoVaiTerGolpe ("No habrá golpe") y han hecho una crítica constructiva a la gestión de Rousseff.

   "Queremos hablar de las cosas del Gobierno que no nos gustan, queremos un cambio en la política económica, que se suban los impuestos a las grandes fortunas, pero no queremos un cambio de Gobierno, estamos contra el golpe", explicaba uno de los impulsores de la jornada, Camilo Vannuchi, al diario 'O Globo'.

   La jornada se ha desarrollado con normalidad y sin incidentes de importancia, y a última hora de la tarde ningún miembro del Gobierno había valorado de forma oficial las protestas, aunque la prensa local especula con que podría haber un pronunciamiento de Rousseff.