RIO DE JANEIRO, 30 Ene. (Reuters/EP) -
Decenas de policías de Río de Janeiro dimitieron hoy como forma de protesta por el despido de su comandante, Angelo Ubiratan, provocando así una crisis en las fuerzas de seguridad de la ciudad justo antes de los multitudinarios carnavales.
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, despidió a Ubiratan después de que éste permitiese una manifestación masiva de policías que pedían una paga extra por trabajar durante el fin de semana de los carnavales, afirmando que esto favorecía la insubordinación. Cabral minimizó la crisis y aseguró que "los rebeldes" no conseguirían desestabilizar a las fuerzas de seguridad. "Sólo están tratando de provocar desorden y enfrentamiento en la Policía Militar" aseguró Cabral.
Se espera que alrededor de 700.000 brasileños y turistas extranjeros acudan a la ciudad para las celebraciones que oficialmente comenzaron ayer, unos días antes de lo habitual. Más de 4.400 policías estarán de guardia los próximos días, pero la dimisión de al menos 30 oficiales de la Policía Militar, incluidos los comandantes de 17 de los 39 batallones del Estado, ha hecho que la situación se vuelva algo confusa.
Por otro lado, durante dos enfrentamientos en las favelas, la Policía mató a nueve presuntos traficantes de drogas. Sin embargo, el jefe de seguridad pública, Jose Mariano Beltrame, dijo que estaba seguro de que los carnavales se llevarán a cabo pacíficamente. "Se tomarán las decisiones que se tengan que tomar. Tengo fe en la Policía de Río. La gente puede estar tranquila", aseguró Beltrame.