Actualizado 18/07/2013 19:49

Brasil.- El Gobierno brasileño trabaja con el Vaticano en medidas de seguridad que "no desagraden al Papa"


MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno brasileño está trabajando en colaboración con los responsables de la guardia de seguridad de la Santa Sede para implantar medidas de seguridad que "no desagraden al Papa" tras la decisión del Pontífice de no usar papamóvil blindado sino un jeep descubierto durante sus desplazamientos en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará del 23 al 28 de julio en el país carioca.

Según recoge en su edición de este jueves el diario brasileño 'Folha de S. Paulo', desde la secretaría general de la Presidencia, el ministro Gilberto Carvalho, se ha precisado que el gobierno federal está trabajando "en sintonía" con el Vaticano para satisfacer las demandas del Pontífice. "No se hará nada que no agrade al Papa", ha indicado Carvalho, al tiempo que ha precisado que se está trabajando en aspectos logísticos y de seguridad.

El periódico añade que los ministros de Justicia, José Eduardo Cardozo, y de Defensa, Celso Amorim, están tratando de convencer a los emisarios del Vaticano de la necesidad de aumentar las medidas de protección del Papa Francisco.

En este sentido, indica que la principal discrepancia gira en torno a la necesidad de implantar un escudo para el papamóvil ya que Francisco ha manifestado su intención de que sus apariciones públicas se hagan en un vehículo descubierto durante los trayectos cortos de la JMJ.

Así, durante una reunión celebrada este miércoles en Río de Janeiro, tanto Cardozo como Amorim subrayaron la necesidad de instalar en el coche cristales a prueba de balas ya que, a su juicio, el jeep utilizado puede dejar al Papa "muy expuesto".

Además, los representantes del Vaticano, junto con Cardozo, Amorim y el secretario de Seguridad Pública, José Mariano Beltrame, han debatido la opción de utilizar agentes armados para escoltar el vehículo o aumentar el número de policías de paisano entre la multitud.

Esta posibilidad, a juicio del padre de Lincoln de Almeida Gonçalves, miembro del personal de seguridad en el comité organizador, "tal vez no sea necesaria" ya que, según ha recordado, "en la Plaza de San Pedro en Roma los guardias de seguridad siguen a pie el Papamóvil", que va a poca velocidad.