Actualizado 21/06/2013 05:58

Brasil.- Los líderes del Congreso, dispuestos a reunirse con los manifestantes pero piden el fin de la violencia


BRASILIA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de Brasil, André Vargas y Renan Calheiros, respectivamente, se han mostrado dispuestos a reunirse con los manifestantes que han ocupado la explanada del Congreso, pero han pedido el fin de la violencia.

"Esta casa está abierta para recibir a cualquiera. No ha llegado la comisión (de manifestantes) que estábamos esperando, pero seguiremos esperando", ha dicho Vargas, en declaraciones recogidas por el diario 'Folha'.

No obstante, Vargas ha insistido en la necesidad de mantener la "serenidad". "No podemos permitir que entren poniendo en peligro la vida de las personas", ha apuntado, en alusión a los manifestantes, aunque también ha pedido contención al "aparato policial".

Al parecer, tres abogados han acudido a última hora de la tarde del jueves al despacho de Calheiros y se han presentado como portavoces de los manifestantes, pero no han sido atendidos por no estar acreditados como tales.

Las movilizaciones comenzaron hace dos semanas de forma pacífica en Sao Paulo por la subida del precio del transporte público de 3 a 3,20 reales, pero se tornaron violentas el pasado viernes, a causa de la represión de la Policía Militar.

Desde entonces, miles de personas han tomado las calles de las principales ciudades para protestar, ya no solo por estas tarifas, sino también por los efectos sobre la Hacienda Pública de la Copa Confederaciones, el Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016.

En respuesta, al menos once ciudades, incluidas Río de Janeiro y Sao Paulo, han accedido a cancelar el aumento del precio del transporte público o a aplicar una reducción, según los casos, pero no han conseguido calmar las calles.

Este jueves, cientos de miles de personas se han manifestado en al menos 80 ciudades y en varias se han producido fuertes disturbios. Los más graves se han vivido en Brasilia, donde los manifestantes han conseguido entrar al Congreso y al Palacio de Itamaray, sede del Ministerio de Exteriores.

En este contexto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que ha calificado de "legítimas" las protestas y se ha mostrado dispuesta a escuchar "las voces de la calle", ha convocado una reunión de emergencia del Gobierno para este viernes.