Actualizado 27/03/2006 20:12

Brasil.- Lula afirma en la Cumbre de Biodiversidad que nada que amenace la vida o monopolice recursos puede aceptarse

Comienza el tramo ministerial de la COP8 con 170 países y pueblos indígenas


CURITIBA (BRASIL), 27 Mar. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, María García) -

El presidente de Brasil, Luiz Inàcio Lula da Silva, defendió hoy en su discurso de inauguración de la octava reunión del Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (COP8) "el reparto equitativo de los recursos naturales", y afirmó que "nada que amenace la vida o monopolice los recursos puede aceptarse", en referencia a los debates sobre acceso a los recursos genéticos y de la biodiversidad y al reparto de los beneficios, que tienen lugar en Curitiba estos días.

Lula da Silva se mostró rotundo en su primera intervención en la COP8 y aseveró que no es aceptable que los más pobres sufran la degradación ambiental, para que los más ricos mantengan sus patrones de consumo. "Repartir para equilibrar, prosperar y tener paz", reclamó. Además, el presidente brasileño se mostró preocupado por los recursos financieros que garanticen la transferencia de tecnología.

En este ámbito de la financiación y de cómo frenar la pérdida de biodiversidad en 2010, los grupos de trabajos previos a la Conferencia han acordado proponer el fomento de los recursos que aportan los Estados, los instrumentos del Banco Mundial, la cooperación internacional, la filantropía de fundaciones internacionales e instrumentos de mercado como el ecoturismo, la agricultura ecológica, la certificación forestal o el pago por servicios ambientales.

El presidente brasileño reconoció que "no es fácil" la lucha por la preservación del medio ambiente y mantener la calidad de vida, pero aseguró que sí es posible y puso como ejemplo que el 40 por ciento de la energía que consume Brasil es renovable o el rechazo de Brasil a los cultivos de organismos modificados genéticamente o transgénicos frente a la defensa de los cultivos tradicionales.

"Desde el acuerdo de Río de Janeiro en 1992 hemos firmado muchos protocolos en muchos lugares del mundo y no dejan de ser meros protocolos, porque los proponentes están subordinados a una presión mayor que es el poder económico y el mercado internacional", criticó, y dijo que frente a estos acuerdos, hay una conciencia ambiental que ha calado en la sociedad en los últimos años y se llevan a cabo en algunos gobiernos políticas ambientales transversales. "Es un desafío mundial y una voluntad política", añadió.

"No podemos volver a lo que ya se ha conquistado" porque "la biodiversidad es el mayor tesoro de nuestro planeta", afirmó Lula da Silva. En tono conciliador pero firme, el presidente brasileño reconoció la "legítima aspiración de los países pobres a proteger sus recursos" y "que las comunidades indígenas protejan su sabiduría". Lula da Silva llamó la atención sobre que en la actualidad sólo el cinco por ciento de los más ricos consumen el 80 por ciento de los recursos mundiales. Finalmente, mostró su convencimiento de que "es compatible la defensa del medio ambiente con el desarrollo económico y social".

En el acto de inauguración del tramo ministerial de la COP8 intervinieron también los ministros brasileños de Relaciones Exteriores y de Medio Ambiente, Celso Amorín y Marina Silva, así como el director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Klaus Toepfer, y el alcalde de Curitiba, una de las ciudades con mayor calidad ambiental de Brasil.

Además, intervino el gobernador de Paraná, Roberto Riquiáo, quien se mostró muy crítico con la economía de mercado y las multinacionales, a los que calificó de "indecentes, inhumanos y repelentes, por no tener respeto por el futuro de las personas". Riquiáo alertó del "avance depredador de la economía de mercado" que "promueve la muerte de los ríos y los bosques", que "sólo persigue los resultados financieros", y "que son hordas de bárbaros que no tienen compromisos con la ciudadanía y la Historia, y no respetan la biodiversidad".

Por su parte, el secretario ejecutivo de la Convención de Biodiversidad, Ahmed Djoghlat, advirtió de que "en los últimos 50 años se han dañado más y más rápido los ecosistemas del Planeta que en cualquier otro periodo de la historia del hombre", y de que se están "minando el futuro y el conocimiento de nuestros hijos", por lo que invitó a los delegados de los 170 países reunidos en Curitiba a lograr el objetivo de 2010 de detener la pérdida de biodiversidad.