Actualizado 14/10/2009 21:36

Brasil.- Lula planea limitar la cantidad de tierras amazónicas en manos extranjeras a 1.500 hectáreas por persona


BRASILIA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Asamblea brasileña aprobó este martes, con el voto favorable de la comisión de Constitución y Justicia, el proyecto de ley que permitirá restringir el número de tierras fronterizas y amazónicas de propiedad extranjera.

La norma contempla limitar el número de territorios de la Amazonia en manos de ciudadanos extranjeros a un máximo de 15 módulos por persona o 1.500 hectáreas. Los foráneos que excedan estos limites, podrán, no obstante, mantener su propiedad siempre y cuando demuestren la productividad de sus tierras.

Las zonas fronterizas estarán sometidas también a un estricto control legislativo. Una comisión especial será la encargada de conceder permisos de propiedad para estas regiones, que no podrán situarse a menos de 150 kilómetros de la frontera.

En ambos supuestos, la nueva normativa solo permitirá adquirir estos terrenos a los ciudadanos extranjeros que residan en el país desde hace 10 años.

"Esta no es una medida xenofóbica (...) Los extranjeros pueden soslayar las restricciones si forman una empresa brasileña" declaró a Reuters el diputado José Genoino, que patrocina la iniciativa.

"Simplemente queremos tener más control sobre quién compra tierra y adónde", explicó Genoino, miembro del centroizquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.

Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha acusado en repetidas ocasiones y públicamente a las empresas extranjeras de espionaje industrial, de biopiratería, de sustraer plantas medicinales con fines farmaceuticos y de poner en peligro la cultura de los nativos que allí residen.

A estas teorías se suman las tesis conspirativas, promovidas desde círculos nacionalistas, que acusan a los grupos extranjeros que operan en el país de intentar hacerse con el control de la Selva Amazónica.

Hace un año, el Jefe del Ejército brasileño en la Amazonia, advirtió de lo vulnerable que es la frontera carioca a posibles incursiones extranjeras, especialmente a través de los territorios habitados por grupos tribales y trabajadores humanitarios.

La medida, que todavía debe ser aprobada por el Senado del país para poder ser promulgada como ley, pretende aumentar el control sobre una zona que, según apuntan fuentes militares y de la Inteligencia brasileña, se encuentra además en peligro por su ubicación geográfica.