Actualizado 19/06/2009 08:30

Brasil ofrece amnistía para víctimas de represión en dictadura

Por Fernando Exman

SAO DOMINGOS DO ARAGUAIA (Reuters/EP) - Brasil dio el jueves una amnistía a decenas de campesinos que fueron arrestados o torturados por la acusación de estar ligados a un levantamiento comunista de la década de 1970, buscando reparar uno de los capítulos más oscuros de su dictadura militar.

La decisión se encuentra entre los pocos esfuerzos de Brasil para corregir los crímenes de la junta militar que se extendió de 1964 a 1985, que incluso el presidente Luiz Inácio Lula da Silva -quien fue encarcelado por la junta por esfuerzos de organización sindical- ha evitado cautelosamente.

El Ministerio de Justicia llevó a cabo una emotiva ceremonia en esta aislada región amazónica, donde ofreció la amnistía a 44 personas que fueron perseguidas en la brutal represión de un movimiento rebelde conocido como "Guerrilla Araguaia".

"Hoy hacemos una solicitud formal de perdón del Estado brasileño", dijo el ministro de Justicia Tarso Genro. "Esta es la afirmación de la dignidad y el respeto con el que el Estado debe tratar a sus ciudadanos", agregó.

Los amnistiados recibirán hasta 72.000 dólares junto con pagos mensuales iguales o que duplican el sueldo mínimo por el resto de sus vidas.

En algunos casos el Gobierno ofreció una amnistía póstuma a campesinos que fueron víctimas de la persecución y pagó reparaciones a miembros de sus familias.

"Para nosotros es un momento de justicia", dijo Pedro Matos, de 69 años, quien fue encarcelado en 1973 y torturado posteriormente. "Esto muestra que el país realmente no puede permitir que estas cosas pasen", agregó.

Brasil nunca ha juzgado a alguien por participar en los asesinatos y las torturas generalizadas (que incluyeron uso de químicos y golpes de corriente eléctrica) cometidas por la dictadura.

El Gobierno de Lula publicó en el 2007 un reporte fruto de una investigación de 11 años que buscó determinar el destino de los opositores de la dictadura, pero ha hecho poco por llevar adelante los juicios exigidos por los grupos de víctimas.