BRASILIA, 13 Nov. (Reuters/EP) -
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, instó a Brasil a velar por el respeto de los Derechos Humanos en la ciudad de Río de Janeiro y a frenar la violencia, antes de que se celebren los mundiales de fútbol de 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.
"Lo que he hecho con mi visita a Río es recordar al Gobierno de Brasil que cualquier estrategia que adopte en nombre de la seguridad pública no puede dejar de considerar los Derechos Humanos", dijo la funcionaria de la ONU.
Defensores de Derechos Humanos acusaron a la Policía de la ciudad de excederse en el uso de la fuerza durante los enfrentamientos con grupos de delincuentes. El caso más significativo de esta violencia fue la actuación de un grupo de narcotraficantes que el pasado 17 de octubre abatieron a tiros un helicóptero policial, desatando una ola de violencia que se saldó con más de 40 muertos y decenas de heridos.
Asimismo, Pillay señaló que el crecimiento y desarrollo que supondrán estos dos eventos deportivos para la ciudad y el país, deberán servir también para beneficiar a los más pobre, por ejemplo, facilitando el acceso de estos sectores a programas culturales, deportivos y de transportes.
"Debe ser gastado en sistemas de transporte público que favorezcan los desplazamientos de los habitantes de las favelas a sus puesto de trabajo, después de que los mundiales de fútbol y los Juegos Olímpicos se hayan celebrado", matizó la defensora de los Derechos Humanos.
En otro orden de cosas, Pilley animó a Brasil a investigar y juzgar los crímenes y torturas ejecutados durante la dictadura militar brasileña (1964-1985), ya que se trata del único país de Sudamérica que aún no ha enfrentado estos hechos, y apuntó que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se mostró "abierto a la sugerencia".