BRASILIA, 24 Nov. (Reuters/EP) -
La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, anunció este miércoles que mantendrá a Guido Mantega como ministro de Hacienda y propondrá a Alexandre Tombini como candidato a dirigir el Banco Central del país suramericano, en señal de que es poco probable que el nuevo Ejecutivo se aleje de las políticas económicas impulsadas por Luiz Inácio Lula da Silva.
El nombramiento de Mantega puede despertar temores sobre una expansión moderada en el gasto fiscal el próximo año, mientras que la designación de un veterano del Banco Central para la jefatura de esta entidad probablemente tranquilizará a los inversores, preocupados por la posibilidad de que la política monetaria se vuelva más laxa.
"La presidenta electa determinó que el nuevo equipo asegura continuidad de la exitosa política económica del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, basado en un régimen de meta de inflación, tipo de cambio flotante y responsabilidad fiscal", explicó, en un comunicado, la oficina de prensa de Rousseff.
Miriam Belchior, responsable de supervisar el programa de infraestructura del Gobierno, será la nueva ministra de Planificación, Presupuesto y Gestión. La designación de los tres ministros era esperada mientras que Tombini deberá esperar a que el Congreso ratifique su nombramiento como jefe del Banco Central de Brasil.
Mantega, encargado del Ministerio de Hacienda en 2006 después de la renuncia de Antonio Palocci por un escándalo de corrupción, ha supervisado una de las etapas de bonanza económica más impresionantes del país suramericano en últimos años y también un enorme aumento en el gasto.
Arquitecto del régimen de meta de inflación del Banco Central brasileño, Tombini tendrá que demostrar al frente del organismo económico que puede aguantar la presión del Gobierno por una política monetaria más laxa.