La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a su llegada a una ceremonia en Sao Pau
Foto: Nacho Doce / Reuters

BRASILIA, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

   La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha censurado la actuación del encargado de negocios de la Embajada de Brasil en Bolivia, Eduardo Saboia, quien ha asegurado que sacó de forma irregular de Bolivia al opositor boliviano Roger Pinto "para salvar una vida" al comparar su encierro con prácticas de la época de la dictadura brasileña.

   Saboia justificó el traslado de Pinto hasta la frontera en un coche oficial brasileño porque su situación, llevaba 15 meses asilado en la Embajada, se parecía a un prisionero del órgano de Inteligencia militar de Brasil de la dictadura de 1964, DOI-CODI, institución donde numerosos opositores fueron secuestrados y asesinados.

   A este respecto, la mandataria rechazó esta comparación. "No estamos en un estado de excepción, no existe ninguna similitud. He estado en el DOI-CODI, sé lo que es el DOI-CODI", afirmó, al mismo tiempo que aseguro que "es tan distante la Embajada del DOI-CODI, como tan lejos está el cielo del infierno".

   El diplomático, al conocer las declaraciones de la presidenta, reiteró que actuó para defender la vida del senador boliviano porque, según su criterio, ante un encierro tan prolongado podría haber acabado en una "depresión" que le llevara al "suicidio". "Yo salvé una vida", declaró.

   Asimismo, comparó la situación de los rehenes estadounidenses en la Embajada de Irán en 1979 con el caso de Roger Pinto. "El senador Roger Pinto se quedó más tiempo en la Embajada de Brasil que los estadounidenses en Irán, que estuvieron confinados 440 días", argumentó. Pinto estuvo 452 días recluido por su propia voluntad en la Embajada brasileña.

   La presidenta también aseguró que habían intentado en varias ocasiones negociar un salvoconducto para permitir la salida segura del país de Roger Pinto y que en todo momento pensar en salvaguardar su integridad, ante las acusaciones del diplomático de querer desentenderse de la vida del senador.

   "Un país democrático y civilizado protege a su asilado ,su seguridad e integridad física", criticó Rousseff al mismo tiempo que recalcó que fue el propio diplomático quien puso en peligro al senador al trasladarle por el país andino sin un salvoconducto del Gobierno de Bolivia.

   "Yo elegí la vida. Opté por proteger a una persona, un refugiado político como fue perseguida la presidente Dilma", se reafirmó Saboia. "Me sentí como que era su carcelero, como si estuviese en el DOI-CODI", lamentó el diplomático.

   Pinto se refugió en la Embajada en La Paz el 28 de mayo de 2012 asegurando ser víctima de una persecución política antes de que conociera la condena en junio a un año de cárcel por causar daños económicos al Estado boliviano por valor de unos 1,7 millones de dólares (unos 1,2 millones de euros). Brasil le concedió el asilo político, pero Bolivia se negó a darle un salvoconducto porque debía responder ante los tribunales de justicia por cargos de corrupción.

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