Publicado 22/09/2020 21:48

La británica Zaghari-Ratcliffe denuncia acoso de la Guardia Revolucionaria de Irán durante su arresto domiciliario

Irán.- La británica Zaghari-Ratcliffe denuncia acoso de la Guardia Revolucionari
Irán.- La británica Zaghari-Ratcliffe denuncia acoso de la Guardia Revolucionari - Jonathan Brady/PA Wire/dpa - Archivo

MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

La ciudadana británico-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe ha denunciado este martes acoso por parte de la Guardia Revolucionaria durante su arresto domiciliario en la vivienda de sus padres en Teherán, donde permanece a la espera de un segundo juicio contra ella.

Zaghari-Ratcliffe ha indicado que agentes de la Guardia Revolucionaria se han presentado en la vivienda para acusarla falsamente de romper el aparato con el que se determina su posición y han advertido con que podría ser llevada de nuevo ante los tribunales.

La mujer ha indicado en su queja que a primera hora ha recibido una llamada telefónica en la que ha sido acusada de este incidente, tras lo que un oficial se ha presentado en la casa para comprobarlo, según ha informado el diario británico 'The Guardian'.

Zaghari-Ratcliffe ha argumentado que la llamada no ha sido realizada por el organismo que se encarga de controlar esta situación, al tiempo que ha manifestado que la familia no ha permitido la entrada a la vivienda del oficial, al que han identificado como un miembro de la Guardia Revolucionaria.

El nuevo juicio previsto para el 13 de septiembre contra Zaghari-Ratcliffe, detenida desde hace cuatro años y condenada a pena de cárcel, fue aplazado en el último momento, según indicó su familia. La mujer fue imputada días antes, sin que hayan trascendido los cargos presentados contra ella.

Zaghari-Ratcliffe, detenida en 2016 y condenada por cargos de conspiración, fue liberada temporalmente en marzo a causa de la pandemia de coronavirus en el país, uno de los más afectados en Oriente Próximo.

La mujer, colaboradora de la Thomson Reuters Foundation, fue detenida en el aeropuerto de Teherán cuando se disponía a embarcar rumbo a Reino Unido junto a su hija. Tras un juicio cuestionado por las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, fue condenada a cinco años de cárcel.

Su familia y Thomson Reuters Foundation, una organización benéfica que trabaja de forma independiente con respecto a Thomson Reuters y la agencia de noticias Reuters, niegan los cargos que se le imputan y defienden su inocencia.