Publicado 24/09/2020 18:35

Burkina Faso.-Burkina Faso pide a la comunidad internacional un apoyo "activo" a la coalición antiterrorista en el Sahel

Burkina Faso.-Burkina Faso pide a la comunidad internacional un apoyo "activo" a
Burkina Faso.-Burkina Faso pide a la comunidad internacional un apoyo "activo" a - LI XUEREN / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo

Destaca "avances notables" a nivel militar pero lamenta que no siempre se ha logrado "el nivel operacional deseado"

MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, ha hecho este jueves un "vibrante llamamiento" a la comunidad internacional para que apoye "activamente" a la coalición antiterrorista en la región del Sahel y ha recalcado que la amenaza "es una cuestión de seguridad internacional".

El mandatario burkinés ha dado las gracias ante la Asamblea General de Naciones Unidas por "el apoyo y acompañamiento de la comunidad internacional" en esta materia y ha destacado "avances notables" a nivel militar por parte de la Fuerza Conjunta del G5 Sahel y "las tropas amigas".

Así, ha recordado que en febrero se realizó una revisión del acuerdo técnico entre la Unión Europea (UE), la ONU y el G5 Sahel para ampliar el apoyo de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) y la Fuerza Conjunta más allá de las fronteras de Malí, antes de apuntar que "hay que lamentar que esta fuerza no ha logrado siempre el nivel operacional deseado".

"Reitero nuestro llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para que esta fuerza sea puesta bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU y se beneficie de un financiamiento perenne", ha manifestado Kaboré, quien ha hecho hincapié en la importancia de que la coalición surgida de la cumbre de enero en la ciudad francesa de Pau cuente con los recursos necesarios.

Los presidentes de Francia y los países que integran el G5 del Sahel --Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger-- acordaron en enero reforzar su cooperación militar, con un foco especial en Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), lo que ha derivado en un aumento de la cooperación en las operaciones en la región.

La creciente inestabilidad en el Sahel, sacudido por un repunte de los ataques yihadistas y los enfrentamientos intercomunitarios --especialmente en Burkina Faso, Malí y Níger--, ha sido motivo de preocupación en la comunidad internacional debido a la importancia estratégica de la zona.

En este sentido, Kaboré ha argüido que "la crisis de seguridad que persiste en la región del Sahel y la cuenca del lago Chad es una verdadera preocupación a la que hay que encontrar respuestas, sabiendo que la situación creada en Libia es una de sus causas".

Por ello, ha resaltado que "el arreglo de la crisis política en Libia es una de las condiciones para el regreso de la paz en estas regiones", al tiempo que ha apostado igualmente por "solucionar la crisis política en Malí" a través del "retorno rápido al orden constitucional" tras "una transición civil".

Kaboré ha defendido además la labor de las fuerzas de seguridad burkinesas ante las acusaciones por parte de organizaciones no gubernamentales sobre abusos y violaciones de los Derechos Humanos en el marco de estas operaciones antiterroristas.

"Me gustaría reafirmar aquí que nuestras fuerzas de defensa y seguridad ejecutan sus misiones respetando a los Derechos Humanos, especialmente a la vida y la integridad física de las personas", ha dicho, si bien ha incidido en que las autoridades han investigado las denuncias "para situar las responsabilidades y sancionar y los responsables".

"A pesar de la modestia de nuestros medios, las fuerzas de seguridad luchan contra el terrorismo con profesionalidad y en el respeto estricto de las reglas de actuación", ha reiterado el mandatario burkinés.

Asimismo, Kaboré ha defendido que las autoridades del país africano "no escatimarán esfuerzos para hacer frente a los desafíos de la lucha contra el terrorismo, garantizar la protección de las poblaciones y refugiados y trabajar para lograr la paz y la seguridad en la totalidad del territorio nacional".

LAS ELECCIONES DE NOVIEMBRE

Por otra parte, el presidente burkinés ha reafirmado el compromiso de su Gobierno a "organizar unas elecciones transparentes, inclusivas y tranquilas" el 22 de noviembre, cuando la población acudirá a las urnas para unos comicios presidenciales y legislativos.

"Toda la clase política, mayoría y oposición, han decidido de forma consensuada ir a los comicios a pesar de la inseguridad que prevalece en ciertas regiones del país", ha sostenido, antes de destacar el papel en este sentido el diálogo político que arrancó en julio de 2019 bajo su égida.

De hecho, los partidos políticos del país, incluidos los opositores, se pronunciaron en julio contra la posibilidad planteada por la Asamblea Nacional de aplazar las legislativas y abogaron por mantener la fecha y que tengan lugar junto a las presidenciales.

El aplazamiento electoral era parte de un paquete de cerca de 20 recomendaciones tras la visita realizada a las cinco regiones más castigadas por la inseguridad que sacude desde hace meses el país, especialmente las regiones ubicadas en el norte y el este del país.

Kaboré, que accedió al cargo en 2015, intentará obtener un segundo mandato en las urnas, en las que tendrá entre sus principales rivales a Eddie Komboigo, elegido por el Congreso para la Democracia y el Progreso (CDP) del expresidente Blaise Compaoré, y a Zéphirin Diabré, candidato por la Unión por el Progreso y el Cambio (UPC).

LA CANDIDATURA DE ZIDA

Por contra, el opositor Movimiento Patriótico para la Salvación (MPS) ha desvelado que las autoridades han comunicado al partido que su candidato, el ex primer ministro y líder interino del país en 2014, Yacouba Isaac Zida, será detenido en caso de que regrese al país africano.

El MPS había decidido que su presidente honorífico fuera su candidato en las presidenciales y ha resaltado que contactó con las autoridades "por cortesía republicana" para abordar el regreso de Zida al país de cara a un congreso de la formación.

"A principios de la semana, las autoridades políticas han dejado claro, tras más de un mes de tergiversaciones, que la participación de Zida en el congreso del 25 de septiembre sería un desafío a la autoridad del Estado y que sería arrestado inmediatamente a su llegada al aeropuerto de Uagadugú por deserción en tiempos de paz e insubordinación", ha detallado.

Por ello, ha pedido a sus seguidores y simpatizantes que "permanezcan en calma y momilizados" de cara al congreso, al tiempo que ha denunciado "la intransigencia de las autoridades" del país africano.

Zida se convirtió en jefe de Estado interino en noviembre de 2014 tras el levantamiento contra Compaoré, si bien fue reemplazado semanas después por Michel Kafando, un civil, quien le nombró posteriormente como primer ministro.

En septiembre de 2015 fue detenido brevemente durante un intento de golpe de Estado militar, si bien fue posteriormente liberado y volvió a su cargo una semana después, antes de su dimisión a finales de diciembre de ese mismo año tras la victoria electoral de Kaboré.

El ex primer ministro viajó a principios de 2016 a Canadá para visitar a su familia tras un permiso concedido por Kaboré y, pese a que estaba previsto que volviera al país, decidió quedarse en el país norteamericano, por lo que el presidente anunció que sería expulsado del Ejército por deserción.

Asimismo, Zida ha sido acusado de corrupción y de reprimir las protestas contra Compaoré como parte del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP).