MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, tendrá que medir sus fuerzas con otros doce rivales en las elecciones presidenciales del próximo 22 de noviembre, en las que buscará su reelección para un segundo mandato.
El Consejo Constitucional publicó a última hora del jueves el listado de las trece candidaturas que han sido aprobadas para estas elecciones, tras haber anulado una única candidatura. Entre las candidaturas avaladas solo figura una mujer, Yeli Monique Kam. En 2015 fueron catorce los candidatos a la jefatura del Estado.
Kaboré parte, a priori, con opciones de imponerse en estos comicios si bien cuenta con algunos rivales que podrían hacerle sombra, en particular el líder de la oposición, Zéphirin Diabré, un viejo conocido del presidente, ya que fue ministro de Economía y Finanzas cuando este era primer ministro en los años 1990. El líder de la Unión para el Progreso y el Cambio (UPC) quedó segundo en los comicios de 2015.
Entre el resto de candidatos figuran varios vinculados con el expresidente Blaise Compaoré, quien se vio obligado a dimitir en 2014 tras las violentas manifestaciones en contra de sus planes de cambiar la Constitución para poder seguir en el cargo.
Ese es el caso de Eddie Kombogo, presidente del Congreso para la Democracia y el Progreso (CDP), el partido de Compaoré, y de Gilbert Noel Ouédraogo, candidato de ADF/RDA, partido que apoyó durante años al antiguo presidente. Ambos vieron vetadas sus candidaturas en 2015 precisamente por su relación con Compaoré.
También figura entre los candidatos Kadré Desiré Ouedraogo, antiguo primer ministro con Compaoré y que fue presidente de la comisión de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), quien concurre por Actuar Juntos.
Por último, cabe destacar el nombre de Yacouba Isaac Zida. El que fuera 'número dos' del Regimiento de Seguridad Presidencial antes de la caída de Compaoré ocupó el puesto de primer ministro en el periodo de transición tras la salida de este y vive en el exilio en Canadá desde 2016.
En todo caso, el pasado agosto nueve candidatos a las presidenciales, incluido Diabré, y 22 partidos políticos rubricaron en Uagadugú un "acuerdo político" fruto del "consenso" y cuyo objetivo es lograr "la alternancia política para ofrecer una alternativa nueva a los burkineses". En virtud del mismo, se comprometieron a apoyar al candidato que pase a la segunda vuelta frente a Kaboré.
Burkina Faso, al igual que la vecina Malí, ha registrado un fuerte aumento de ataques yihadistas en los últimos años, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región. Los abusos de las fuerzas de seguridad contra la población han ayudado a estos grupos en sus tareas de reclutamiento.
Dicha actividad ha contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florecieran grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado en los últimos meses a voluntarios para que ayuden en la lucha antiterrorista.
Como resultado de todo ello, en el país hay más de un millón de desplazados por la violencia --en enero de 2019 había solo 87.000-- y actualmente cuenta con unos 5,2 millones de personas afectadas por el conflicto y 2,2 millones necesitadas de asistencia humanitaria, según la ONU.