Publicado 09/06/2020 11:09

Burundi.- La UE pide una transición pacífica para abrir una nueva etapa en la historia de Burundi

BRUSELAS, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea toma nota de los resultados definitivos de las elecciones en Burundi que confirman como presidente electo a Evariste Ndayishimiye y ha pedido este martes que se mantenga la calma para propiciar una transición de poder pacífica que abra una nueva etapa en el país.

La pasada semana el Tribunal Constitucional de Burundi dio como ganador al delfín del presidente saliente, Pierre Nkurunziza, frente a las denuncias de fraude electoral por parte de la oposición. Ante esto, el bloque europeo en un comunicado de su Alto Representante para Política Exterior, Josep Borrell, reitera la llamada a la calma y pide que cesen las intimidaciones políticas.

"La elección de Ndayishimiye y la transición pacífica del poder podría abrir una nueva página en la historia de Burundi. Junto con sus socios regionales e internacionales, y sobre la base de compromisos recíprocos, la UE está lista para contribuir a ello", ha señalado el comunicado de la oficina de Borrell.

Por el momento ve con optimismo las declaraciones de los líderes políticos en pro de la unidad de los burundeses y, por ello, reclama actuar en consecuencia para lograr un proceso inclusivo y que respete los derechos fundamentales de la sociedad civil, los medios de comunicación y la oposición.

De todas formas, sobre la denuncia de irregularidades, la UE pide "remediar las deficiencias informadas por la observación local", en particular con respecto a la transparencia y la equidad.

VICTORIA CON EL 68% DE LOS VOTOS

La pasada semana Constitucional de Burundi declaró nulos los recursos de la oposición y confirmó la victoria electoral del delfín de Nkurunziza con un 68% de los apoyos, frente al 22% que cosechó el candidato opositor Agathon Rwasa. Éste denunció ante la Justicia el fraude e irregularidades en las elecciones presidenciales, parlamentarias y locales, y apuntó a "errores monumentales en todo el país".

Por su parte, la Conferencia Episcopal de Burundi (CECAB) dijo haber constatado "irregularidades" durante las elecciones y puso en tela de juicio los resultados. Apuntó que la cita electoral no cumplió con los "elementos que deben caracterizar los comicios verdaderamente democráticos".

Los comicios estuvieron marcados por un repunte de la violencia y ante el temor de que el país se vea arrastrado a una crisis violenta como la de 2015, cuando Nkurunziza decidió presentarse a un tercer mandato, a pesar de que la oposición denunciaba que ello violaba el acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil (1993-2005).