MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La tensión entre Camerún y su antiguo potencia colonial, Francia, ha aumentado un escalón más este martes con la respuesta del presidente del país, Paul Biya, a las palabras críticas hacia su labor pronunciadas durante el fin de semana por su homólogo galo, Emmanuel Macron.
Interpelado por un activista camerunés el sábado sobre la situación en su país y en particular en las regiones anglófonas, Macron aseguró que había ejercido "presión" sobre Biya para que "trate el tema de la zona anglófona y sus oponentes" y también para la puesta en libertad del líder opositor, Maurice Kamto.
"Le dije: No quiero que nos veamos en Lyon hasta que Maurice Kamto no sea liberado. Y fue liberado porque ejercimos presión", subrayó el presidente francés en referencia al encuentro que mantuvo con Biya el pasado octubre en la ciudad francesa. El líder opositor, segundo en las elecciones de 2018, fue detenido en enero y liberado meses después.
Las palabras de Macron han generado malestar en Camerún, donde el lunes varios cientos de jóvenes se manifestaron frente a la Embajada de Francia y este martes se han vuelto a registrar protestas a favor del mandatario, que lleva en el poder desde 1982.
Así las cosas, la Presidencia de Camerún ha expresado este martes su sorpresa y malestar por la intervención de Macron en reacción a las "acusaciones falsas" formuladas por el activista camerunés y ha recordado que Biya fue reelegido de forma contundente por los ciudadanos "para que les guíe en la lucha por la paz, la seguridad, el desarrollo, la consolidación del Estado de Derecho, la democracia y la unidad nacional".
El presidente, añade el comunicado, "solo rinde cuentas de sus acciones ante el pueblo soberano camerunés y no ante ningún líder extranjero, ni siquiera de un país amigo". Además, "está plenamente comprometido con la dura y exigente misión que Dios Todopoderoso y el pueblo soberano le han encomendado y no necesita ninguna presión exterior para cumplirla".
Por otra parte, defiende la Presidencia, desde que comenzó la "crisis" en las regiones Noroeste y Suroeste, las dos de mayoría anglófona, "no ha escatimado esfuerzos para encontrar soluciones pacíficas" a la misma, los cuales culminaron en el diálogo nacional celebrado el pasado otoño, cuyas recomendaciones "se están aplicando gradualmente".
En lo que se refiere a las críticas por los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad, sobre todo tras la muerte de una treintena de personas en una localidad anglófona en la que el Ejército reconoció que se produjo un "desgraciado accidente", el presidente hadado "instrucciones firmes y claras" a las fuerzas de seguridad para que actúen siempre con profesionalidad y para que los eventuales abusos sean investigados y sancionados de ser necesario.
Por último, Biya ha reiterado su llamamiento a "los países que acogen a los promotores del odio y la violencia en Camerún", en referencia a los líderes separatistas anglófonos, a que "actúen contra estos criminales" y les ha instado a "evitar dejarse manipular por su propaganda falsa".