Publicado 08/02/2020 10:16

Camerún.- Camerún acude a las urnas con la violencia en el norte y el suroeste como telón de fondo

Camerún.- Camerún acude a las urnas con la violencia en el norte y el suroeste c
Camerún.- Camerún acude a las urnas con la violencia en el norte y el suroeste c - PRESIDENCIA DE CAMERÚN - Archivo

Una parte de la oposición boicoteará las esperadas elecciones parlamentarias y municipales

MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

Camerún celebra este domingo unas esperadas elecciones parlamentarias y municipales con dos importantes frentes abiertos, la insurgencia islamista en el Extremo Norte y el conflicto con los separatistas anglófonos en el suroeste. A esto se suma el boicot de una parte de la oposición, lo cual podría provocar una baja participación en unos comicios en los que se da por segura la victoria del partido gobernante.

El presidente del país, Paul Biya, en el poder desde 1982, anunció el pasado noviembre la convocatoria de las elecciones legislativas y municipales, que debían haberse celebrado en septiembre de 2018 pero fueron aplazadas a petición del propio mandatario.

Rápidamente, un sector de la oposición mostró su escepticismo respecto a la posibilidad de organizar las elecciones en las regiones anglófonas, dado el conflicto abierto, pero el Gobierno se ha mantenido firme en su postura, optando con el envío de unos 700 efectivos a las regiones Noroeste y Suroeste para reforzar la seguridad y garantizar la celebración de los comicios.

Esto no ha impedido la comisión de abusos, es más, según Amnistía Internacional, parece haberlos incrementado en las últimas semanas. "Se han llevado a cabo operaciones militares brutales mientras que los crímenes cometidos por los separatistas armados no han remitido", denuncia el investigador para lago Chad de Amnistía, Fabien Offner, que subraya que "los civiles se encuentran atrapados en una espiral de violencia".

"Los enfrentamientos entre separatistas armados y fuerzas gubernamentales, así como entre facciones separatistas rivales, han aumentado", coincide Ilaria Allegrozzi, investigadora de África Central en Human Rights Watch (HRW).

"Los separatistas armados han sido responsables de graves abusos, incluido el secuestro de candidatos, la quema de sus viviendas, amenazas e intimidación de votantes", subraya en declaraciones a Europa Press, incidiendo en que los miembros y partidarios del Frente Democrático Social (SDF), uno de los principales partidos opositores y que hasta ahora tenían en estas regiones uno de sus principales nichos de apoyo, han sido "especialmente objetivo".

LOS SEPARATISTAS QUIEREN PERTURBAR LOS COMICIOS

Los separatistas no reconocen la legitimidad de los comicios y han llamado a un paro en las dos regiones de mayoría anglófona, con vistas a perturbar su celebración. Además, han procedido a secuestrar a varias decenas de candidatos tanto a las parlamentarias como a las municipales, sembrando el miedo.

"Los líderes separatistas deben emitir instrucciones claras a sus combatientes para que pongan fin a los crecientes abusos y permitan que las elecciones se celebren pacíficamente", reclama la investigadora de HRW, que defiende que "la impunidad está alimentando la violencia". "Para afrontar la crisis es importante que las personas sospechosas de cometer abusos sean investigadas y llevadas ante la justicia", sostiene la investigadora de HRW.

El conflicto, que arrancó en 2016 y que se recrudeció a raíz de la autoproclamación de la independencia de Ambazonia por los separatistas el 1 de octubre de 2017, ha dejado más de 600.000 desplazados y más de 50.000 refugiados, un factor que sin duda también afectará a la participación, que en las presidenciales de 2018 fue del poco más del 5 por ciento en Noroeste y casi el 16 por ciento en Suroeste.

Pero este no es el único frente abierto. "Camerún también se enfrenta a graves desafíos de seguridad en la región de Extremo Norte donde se siguen produciendo ataques contra civiles y objetivos militares", destaca Allegrozzi.

En la región de Extremo Norte, bañada por el lago Chad, operan Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental. Según denuncia Acción contra el Hambre (ACH), entre octubre y diciembre de 2019 el número de ataques aumentó en un 72,5 por ciento, registrándose alrededor de 140 incidentes en los dos últimos meses del año. Como consecuencia de ello, han aumentado los desplazados, que ha superan los 460.000, así como los niveles de desnutrición entre los niños, alerta la ONG.

BOICOT DE UNA PARTE DE LA OPOSICIÓN

En el plano meramente político, uno de los factores a tener en cuenta es la decisión del Movimiento para el Renacimento de Camerún (MRC) de boicotear los comicios. Su líder, Maurice Kamto, quedó segundo en las parlamentarias de 2018, con el 14 por ciento de los votos, si bien no ha reconocido los resultados y esgrime que él es el legítimo mandatario del país.

En enero de 2019 fue detenido por sedición, insurrección e incitación a la violencia, tras una marcha de protesta convocada por su partido contra el resultado electoral, pero finalmente fue liberado el pasado octubre. "El boicot es una decisión política que no se toma a la ligera", aseguró recientemente desde París.

El líder opositor justificó la decisión de su partido "por dos motivos: la continuación de la guerra en las regiones de Noroeste y Suroeste y el código electoral", al tiempo que reconoció con la no presentación de candidatos a las parlamentarias y las municipales, "conforme a la ley, no podremos presentar candidatos a las próximas elecciones presidenciales".

Por su parte, el SDF, que lidera Ni John Fru Ndi, sí que participará en estos comicios. "Concurrimos a estas elecciones y ganaremos escaños. No podemos parar la guerra si no estamos representados en las instituciones", ha defendido su 'número dos', Joshua Osih.

En el momento álgido de su popularidad, el SDP boicoteó las elecciones parlamentarias de 1992, aunque luego sí concurrió a las presidenciales. "El SDF nunca se recuperó realmente a nivel político de aquel boicot legislativo y desde entonces siempre han participado en los comicios", resaltan Paul-Simon Handy y Fonteh Akum, investigadores del Institute for Security Studies (ISS), en un artículo.

Al partido también le está afectado la situación en las regiones anglófonas. Su líder fue secuestrado el pasado mes de junio y es objeto de amenazas de muerte, lo que le ha llevado a trasladar su residencia de Bamenda, capital de Noroeste, a Yaoundé. Además, el SDF ha renunciado a hacer campaña en esta parte del país.

"Es imposible hacer campaña", ha contado a RFI el portavoz del partido, Jean-Robert Wafo. "Decenas de miles de electores están privados de su derecho de voto. Si ya deben recorrer decenas de kilómetros para ir a votar en tiempos de paz, no es evidente que acudan bajo las amenazas de los secesionistas", previene.

Así las cosas, todo parece indicar que el Movimiento Democrático del Pueblo Camerunés (RDPC), el partido de Biya, obtendrá una cómoda victoria en estas elecciones. Desde que en 1992 se introdujo el multipartidismo en Camerún, solo siete partidos opositores han conseguido representación parlamentaria. Desde 1997, el partido gobernante ha conseguido la mayoría absoluta.

Además, al RDPC tampoco parece preocuparle la situación de seguridad y ello pese a que el pasado fin de semana un convoy del partido fue atacado, dejando varios heridos. "Es como en todas las zonas de guerra, pero hay imágenes de campaña en televisión", ha defendido su secretario general, Grégoire Owona.

"Aunque la gente tenga miedo de salir, (la campaña) se está desarrollando", ha añadido, según RFI. "Creo que la situación de seguridad está garantizada y las elecciones deberían celebrarse con normalidad".