MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS) de Camerún están llevando a cabo una operación de limpieza en la ciudad de Bamenda, capital de una de las dos regiones de mayoría anglófona del país, contra los milicianos separatistas después de los enfrentamientos registrados la semana pasada.
En un comunicado, el Ejército anunció el martes el inicio de "una operación especial de seguridad" que ha sido bautizada como 'Clean Bamenda' (Bamenda limpia). "El objetivo de esta operación es proteger y garantizar la seguridad de la población de la ciudad de Bamenda y sus alrededores" y "es la respuesta a los diversos ataques perpetrados por terroristas y criminales" en esta ciudad, capital de la región Noroeste.
El Ejército denunció el "clima de terror" en que vive la población debido a los robos y saqueos así como asesinatos de civiles y de miembros de las fuerzas de seguridad por parte de los separatistas y animó a la población a "colaborar" con los efectivos de las FDS en su operación.
Ya el lunes, las autoridades locales habían prohibido la circulación de motos en la ciudad, después de los enfrentamientos registrados la semana pasada entre las fuerzas de seguridad y los separatistas armados a raíz del asesinato de un inspector de Policía por los insurgentes.
Según el portal Bamenda Online, en respuesta esta medida los líderes separatistas habían pedido que tampoco se usaran coches y taxis en la ciudad en solidaridad con los motoristas. De acuerdo con los medios locales, el miércoles la ciudad permanecía prácticamente paralizada, ante la imposibilidad de circular de sus residentes.
Lo que en 2016 empezaron siendo protestas pacíficas de los habitantes de estas regiones, otrora colonias británicas pero que decidieron unirse al Camerún francés, por su supuesta marginación por parte del Gobierno central, derivó en una dura represión a raíz de la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.
Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.
El conflicto ha dejado ya unos 3.000 muertos. Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), hay ya 60.000 refugiados cameruneses en Nigeria, mientras que otros 679.000 se han visto desplazados dentro del país.