Publicado 01/11/2019 10:22

Camerún.- El Gobierno de Camerún apoya comités de vigilancia en la parte anglófona frente a los separatistas

Estos grupos buscan complementar la labor de las fuerzas de seguridad en las dos regiones envueltas en un conflicto desde 2017

MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

La parte anglófona de Camerún vive sumida en un conflicto desde hace más de dos años al que el Gobierno de Paul Biya ha respondido con mano de hierro frente a las acciones de los grupos separatistas armados. Sin embargo, las acciones de las fuerzas de seguridad no parecen ser suficientes, por lo que el Gobierno camerunés está promoviendo ahora la creación de comités de vigilancia.

Estos grupos de autodefensa, que ya se han venido viendo en otros países africanos en respuesta a las acciones de grupos armados y yihadistas como es el caso de Burkina Faso, Malí o Nigeria, tienen como cometido complementar, cuando no suplantar, la labor de las fuerzas de seguridad camerunesas.

A priori, su misión es la de proteger a la población local de las acciones de los separatistas, que han provocado el cierre de escuelas y quemado numerosas viviendas, además de haber matado y cometido otros abusos contra los residentes en las regiones anglófonas Suroeste y Noroeste.

Según informaba recientemente el diario 'Journal du Cameroun', estos comités de vigilancia ya están activos en las localidades de Santa, Mesaje, Nkambe y Hot Spot, en la región Noroeste. Dichas milicias han recibido material por parte del Gobierno como linternas, silbatos, motos o radios.

De acuerdo con las autoridades locales, en total hay más de 30 grupos de este tipo en las dos regiones. El aumento de los secuestros para exigir rescate y los robos armados habrían motivado la creación de estos grupos de vigilantes, explicó recientemente a la agencia china Xinhua Benot Emvoutu Mbita, prefecto de Ngoketunjia, una de las zonas del Noroeste más afectadas.

"Están cansados de las atrocidades cometidas por los separatistas y han decidido defenderse ellos mismos", sostuvo Mbita. "Pedimos a todas las comunidades que formen sus propios grupos de vigilantes y colaboren con el Ejército para asegurarnos de que paran las atrocidades", reclamó el prefecto.

Los miembros de estos grupos están tratando de hacer "lo mejor" en sus barrios y "están disponibles para garantizar la seguridad de la población y sus propiedades", destacó por su parte Ndong Chamberlin Ntouou, prefecto de Meme, en Suroeste.

EN EL PUNTO DE MIRA DE LOS SEPARATISTAS

Los integrantes de estos comités de vigilancia ya están en el punto de mira de los separatistas. Al menos tres de ellos, pertenecientes al comité de Hot Spot, fueron asesinados a mediados de octubre supuestamente a manos de separatistas.

También fue asesinado el pasado 18 de octubre el presunto líder de otro de estos comités de vigilancia después de haber concedido una entrevista a la cadena de televisión estatal, CRTV, explicando su cometido. Kwenti Aka, alias 'Scorpion', estaba al frente de un comité de vigilancia en Bamenda, la capital de Noroeste, encargado de impedir las acciones de los separatistas.

Y como ya ha ocurrido con otros grupos de vigilantes en otros países, estos comités han sido acusados de cometer a su vez atropellos y de estar integrados por personas de dudosa reputación, además de haberse hecho pasar en algunos casos por separatistas para generar rechazo entre la población hacia dichos grupos.

LA CRISIS EN LA PARTE ANGLÓFONA

Lo que en 2016 empezaron siendo protestas pacíficas de los habitantes de estas regiones, otrora colonias británicas pero que decidieron unirse al Camerún francés, por su supuesta marginación por parte del Gobierno central, derivó en una dura represión a raíz de la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.

Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos, han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.

En un intento para resolver la crisis, Biya convocó a finales de septiembre un diálogo nacional y ordenó la liberación de más de 300 personas detenidas en relación con el conflicto. El veterano presidente, que gobierna el país desde 1982, se dijo dispuesto a considerar "con atención" las recomendaciones formuladas por los participantes en el diálogo.

Entre las principales recomendaciones figura la concesión de un "estatus especial" a las regiones Noroeste y Suroeste y la adopción de medidas para garantizar la igualdad del inglés y el francés "en todos los aspectos de la vida nacional".

También se apuesta por mejorar las infraestructuras en todo el país y fortalecer la asistencia humanitaria para atender a los desplazados internos --más de 400.000--. Además, se propone un plan para reconstruir las zonas afectadas por el conflicto y la creación de un equipo encargado de mediar "con los miembros radicalizados de la diáspora".

Además, está en marcha un proceso de desmovilización de combatientes, que hasta la fecha ha tenido unos resultados modestos, ya que hasta el momento solo se habrían acogido al mismo un centenar de ellos.

Precisamente, hace unas semanas, un comandante separatista de nombre Polycarp Ekeom fue asesinado, presuntamente a manos de los rebeldes, tras haber anunciado que dejaba la lucha para "dar una oportunidad a la paz", según fuentes militares a Xinhua. Hasta ahora este es el único caso conocido de un excombatiente asesinado por sus antiguos compañeros de armas tras desmovilizarse.