Publicado 03/10/2019 21:37

Camerún.- El presidente de Camerún ordena retirar los cargos a más de 330 arrestados por la crisis en la zona anglófona

MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Camerún, Paul Biya, ha ordenado este jueves la retirada de los cargos presentados contra más de 330 personas arrestadas por su presunta participación en incidentes relacionados con la crisis en las regiones de mayoría anglófona.

"He ordenado que se ponga fin a los procedimientos ante los tribunales militares contra 333 personas arrestadas por delitos menores en conexión con la crisis en las regiones Noroeste y Suroeste", ha dicho Biya en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.

Sin embargo, los separatistas han rechazado el anuncio y han reclamado la liberación de cerca de 5.000 personas encarceladas desde el inicio de las protestas entre 2016, incluidos diez de sus líderes, sentenciados en agosto a cadena perpetua por cargos de terrorismo.

"No aceptaremos una rama de olivo de alguien cuyas tropas siguen en nuestro territorio", ha dicho Ivo Tapang, portavoz de una coalición de trece grupos armados conocido como Fuerzas Contendientes de Ambazonia. "Intensificaremos nuestra lucha con armas y balas", ha advertido Tapang, según ha recogido la agencia de noticias Reuters.

El anuncio de Biya ha sido formulado en el marco de un proceso de diálogo nacional convocado por el propio mandatario para poner fin a los combates entre el Ejército y los separatistas armados, que ha dejado más de 1.500 muertos y cientos de miles de desplazados.

El diálogo arrancó el lunes en Yaundé, aunque la primera jornada estuvo marcada por la ausencia de los separatistas y de la oposición, así como la del propio Biya.

Los separatistas exigen la retirada del Ejército de las zonas anglófonas, una mediación internacional y la excarcelación de los separatistas presos como condición previa para el diálogo.

Tampoco el principal partido de la oposición, el Movimiento para el Renacimiento de Camerún, ha aceptado participar porque exige la excarcelación de su líder y candidato presidencial, Maurice Kamto, preso desde enero y acusado de liderar las protestas tras las elecciones supuestamente fraudulentas del año pasado, lo que podría incluso acarrearle la pena de muerte.

Sin embargo, en la inauguración del diálogo, el primer ministro camerunés, Joseph Dion Ngute, ha apelado al "patriotismo" y al "sentido de la responsabilidad" de los cameruneses para superar la violencia y aprovechar la riqueza lingüística francófona y anglófona para construir país.

El diálogo tiene un formato de ocho mesas temáticas que desarrollarán su labor hasta el próximo viernes con la participación de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y representantes de la Iglesia Católica.

LA CRISIS EN LA PARTE ANGLÓFONA

Lo que en 2016 empezaron siendo protestas pacíficas de los habitantes de estas regiones, otrora colonias británicas pero que decidieron unirse al Camerún francés, por su supuesta marginación por parte del Gobierno central, derivó en una dura represión a raíz de la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.

Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos, han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.

Biya anunció en un mensaje a la nación el 10 de septiembre "un gran diálogo nacional que nos permitirá, en el marco de la Constitución, analizar la forma de responder a las profundas aspiraciones de la población de las regiones Noroeste y Suroeste". No obstante, dejó claro que "el futuro" de los anglófonos "se encuentra en el seno de nuestra República".

La separación entre anglófonos y francófonos sin embargo parte de más atrás, de la repartición de la colonia alemana de Kamerun entre Reino Unido y Francia tras la Primera Guerra Mundial. Tras su independencia, en 1961, se implantó un sistema federal en el que las regiones anglófonas tenían su propia policía, gobierno y sistema judicial.

Sin embargo, con el ascenso de Biya al poder en 1982 se fueron anulando las instituciones anglófonas, pasto de la iniciativa centralizadora.