BUENOS AIRES, 26 Ene. (Reuters/Notimérica) -
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, ha afirmado este lunes que los periodistas que trabajan en el país cuentan "con plena seguridad y libertad de expresión", después de que Damian Pachter, el periodista que informó sobre la muerte del fiscal que denunció a la presidenta de encubrimiento de un atentado, Alberto Nisman, abandonase el país afirmando que temía por su vida.
"En Argentina hay plena seguridad para todos los periodistas para que puedan desempeñar sus funciones", ha afirmado Capitanich, añadiendo que "no existe ningún tipo de impedimento para que ningún periodista pueda expresar lo que piensa".
La polémica comenzó cuando el periodista del diario argentino 'Buenos Aires Herald', Pachter, informó sobre el fallecimiento del fiscal federal Alberto Nisman, que días antes había acusado a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, de haber encubierto a los responsables del atentado contra el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ubicada en el centro de Buenos Aires, que le costó la vida a 85 personas y dejó a 300 heridas el 18 de julio de 1994.
"Me voy porque mi vida corre peligro. Mis teléfonos están pinchadísimos [intervenidos]", había dicho el sábado Pachter. "Desde que empezó todo esto, una fuente cercana, confiable desde hace años y que sabe moverse en el mundo de la inteligencia, me venía tirando indirectas".
"Voy a volver al país cuando mis fuentes me digan que las condiciones cambiaron. No creo que sea durante este Gobierno", añadió el periodista mientras se dirigía a tomar un avión cuyo destino solo él conocía. En ese momento sentenció: "No creo que se resuelva la muerte de Nisman. El poder se cubre a sí mismo".
EL CASO AMIA
Nisman, que estaba a cargo de la fiscalía que investiga el atentado de 1994 contra la mutual judía AMIA, fue hallado el domingo 18 de enero en su casa con un disparo en la sien. Días antes de su muerte, en un escrito de 300 páginas, Nisman señaló a Fernández de Kirchner y al canciller, Héctor Timerman, entre otros cargos públicos, como autores y cómplices de encubrimiento agravado de los sospechosos iraníes, así como de otros delitos conexos, como obstrucción e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La muerte conmocionó a los argentinos y aún no ha sido aclarada y el Gobierno sospecha que pudo haber sido instigada por agentes de inteligencia desplazados recientemente.
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