Actualizado 17/05/2013 05:24

Capriles reitera que la auditoría del CNE es una "mamarrachada"

CARACAS, 17 May. (EUROPA PRESS) -

   El líder de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora venezolana--, Henrique Capriles, ha reiterado que la auditoría de las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril que lleva a cabo el Consejo Nacional Electoral (CNE) "es una mamarrachada".

   "Lo dijimos hace varios días y lo reiteramos: la supuesta auditoría que hacen unos rectores del CNE es una farsa, una mamarrachada", ha escrito el líder opositor en su cuenta oficial de la red social Twitter.

   Capriles ha acusado a los rectores del CNE de "burlarse y mentir al país y a la comunidad internacional" porque "una auditoría sin cuadernos de votación es una farsa".

   "Así que lo que hicieron esos rectores del CNE fue pagarse y darse el vuelto. Como dijo nuestro libertador (Simón Bolívar): 'Esta Patria es caribe y no boba'", ha añadido.

   Con todo ello, ha considerado que "la escasez también ha llegado a la justicia", aludiendo al desabastecimiento de los últimos días en los mercados venezolanos, que han llevado al Gobierno a adoptar medidas de urgencia.

   Capriles se ha pronunciado después de que la vicepresidenta del CNE, Sandra Oblitas, informara de que el primer ciclo de la auditoría, en el que se ha revisado el 75,73 por ciento de las mesas electorales, ha arrojado un "error cero".

   Oblitas ha detallado que entre el 6 y el 16 de mayo los técnicos han auditado 3.505 mesas electorales, el equivalente a 1.435.460 comprobantes de votos, que han arrojado un 99,98 por ciento de coincidencia con las actas de escrutinio.

   La 'número dos' ha explicado que el restante 0,02 por ciento obedece a "diferencias debidamente evidenciadas" en los cuadernos de votación, en las actas suscritas por los miembros de las mesas electorales y por los testigos electorales.

CONFLICTO ELECTORAL

   La MUD solicitó una auditoría del cien por cien de los votos emitidos en las elecciones presidenciales, ya que, según denunció, se produjeron numerosas irregularidades, y el resultado se decidió por apenas 100.000 sufragios.

   Tras unos días de confusión y declaraciones cruzadas, finalmente el CNE aceptó auditar el 46 por ciento de los votos emitidos, dado que el 54 por ciento restante ya se revisó la noche electoral, conforme a la legislación venezolana.

   La MUD ha considerado que se trata de una "farsa" porque el CNE se ha negado a contar una a una las papeletas --verificando la huella dactilar-- y a cotejarlas con las máquinas, los cuadernos y las actas de votación.

   El CNE se ha limitado a cotejar las máquinas con las actas, argumentando que con ello es suficiente y ha explicado que el recuento manual de los votos es "imposible" porque el escrutinio y la totalización se hacen de manera automatizada desde 2004.

   En este contexto, la MUD ha impugnado las elecciones presidenciales ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para "agotar la institucionalidad nacional" y ha adelantado que, si es necesario, acudirá a instancias internacionales.